La comisión de Medio Ambiente establece que el plan de vigilancia ambiental del vertedero tras su clausura será de como mínimo 30 años. | javier Coll

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La Comisión Balear de Medio Ambiente ha emitido un informe favorable a la realización del proyecto de sellado y restauración ambiental del vertedero de residuos no peligrosos de Milà II, en Maó, que promueve el Consorcio de Residuos Urbanos y Energía de Menorca. El presupuesto de la obra es de 4.055.459 euros, a los que hay que añadir las tareas de vigilancia para los próximos 30 años por 111.091 euros y la revegetación de la zona por 43.699 euros.

Esta actuación pondrá fin a los problemas ambientales que provoca esta zona del vertedero, que llegó al límite de su capacidad en 2013 y que desde entonces no se explota pero tampoco ha sido sellada. La situación actual supone un riesgo para la contaminación del subsuelo, según se ha acreditado en distintos análisis, y se han detectado indicios de combustión interna de los residuos que provocan emisiones de gases.

El informe será aprobado en la reunión que celebra hoy el pleno de la Comisión en la sede de la Conselleria balear de Medio Ambiente. El documento incluye una serie de medidas que el Consorcio debe cumplir, como el control de los lixiviados que se encuentran bajo el vertedero, con una inspección visual cada 15 días de las obras; la elaboración de un plan de emergencia y actuación en caso de vertido de dichos lixiviados al medio; y si se produjera una mezcla de lixiviados y pluviales, no dejar nunca que vaya a la balsa de pluviales.

El plan de vigilancia ambiental en la fase de obras tiene que incluir controles de la calidad del aire y controles analíticos tanto de las aguas superficiales como las subterráneas. Por otro lado, la Comisión establece que el plan de vigilancia ambiental del vertedero tras su clausura será de como mínimo 30 años.