Cartel informativo de la zona verde y un estacionamiento libre en la calle Isabel II. | Javier Coll

TW
12

La zona verde de aparcamiento del casco antiguo de Maó, exclusiva para residentes en la zona, empezó ayer a aplicarse con un evidente pero leve efecto disuasorio, como se pretende con la medida, pero también con muchas dudas y desinformación entre los conductores. De hecho, la mayor parte de los coches que estaban a media mañana de ayer aparcados en las plazas pintadas de verde no contaban con la autorización correspondiente aunque, eso sí, habían pasado por el parquímetro.

«¿Pero esto empieza hoy? No, ¿verdad?» En la calle Sant Jordi una señora deja el coche y pasa por el parquímetro. Conoce lo que es la zona verde, pero no le consta que se haya comenzado a aplicar.

«Preguntaremos al Ayuntamiento». El cartel informativo del inicio de la calle no evita estas dudas. A las 11.15 horas en esta calle hay algunos aparcamientos libres más de lo habitual, de lo que se desprende que mucho conductor desiste de estacionar en esta vía consciente de que no puede hacerlo. No obstante, la decena de vehículos que ocupan la zona verde carecen de la tarjeta que identifica a los legítimos usuarios.

En la calle Isabel II, que concentra una buena parte del medio centenar de las plazas verdes de la ciudad, solo dos de los alrededor de quince coches aparcados cuenta con la tarjeta identificativa de residente en el centro. Eso sí, casi todos han pagado la tarifa correspondiente. Por tanto, no son infractores a conciencia. Un señor sale del coche, mira el suelo, a derecha a izquierda, duda, pero al final aparca. «Se puede, ¿no?» De la alegría de haber podido aparcar en el centro con más facilidad de la habitual, a la incertidumbre. Aún así, allí lo deja.

En el espacio de una hora, ninguno de estos coches que aparcan en zona verde sin acreditar ser vecinos de las calles habilitadas para ello es sancionado. De hecho, se ven pocos controladores en la zona. Desde el Ayuntamiento de Maó aseguran que son comprensivos con el hecho de que muchos conductores seguramente no conocen todavía la entrada en funcionamiento de la zona verde, así como su operatividad. Por este motivo, se abre un periodo de transición, de adaptación, con prioridad para las tareas de información y sin multas de primeras.