Imagen de los pisos que ya comercializa la inmobiliaria del Sabadell.

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Están ubicadas en la calle Mestre Garí de Es Mercadal. Tienen entre 57 y 133 metros cuadrados y en una transacción puede ser adquiridas junto a un párking o trastero. Parece que forman parte de una venta inmobiliaria más. Sin embargo, la salida al mercado de estas 26 residencias -que ya pueden ser compradas- simboliza que en Es Mercadal comienzan a dar salida a los edificios a medio construir por el estallido de la burbuja. El Sabadell ha iniciado la comercialización de una de las promociones fantasma del pueblo. Se espera que pronto lleguen más.

«Es una buena noticia para todos». Así resume su lectura de los hechos el alcalde de la localidad, Francesc Ametller, que ha visto como el crack inmobiliario dejaba durante los últimos años vestigios en el municipio en forma de construcciones paralizadas o a medio finalizar. «Si damos una licencia es para que los pisos se acaben y salgan al mercado, no para que estén parados sin que la gente los pueda adquirir, eso está claro», expone el primer edil.

Ametller también confirma que durante los últimos años el ayuntamiento ha estado vigilante: «Creo que en esta promoción se cayó un trozo de una fachada e hicimos una orden de ejecución. Lo arreglaron enseguida. Como consistorio no hemos estado de acuerdo con el hecho de que haya promociones paradas y hemos actuado con las herramientas que tenemos a mano».

Nueva ley

En Es Mercadal, como en otros muchos municipios de las Islas, están expectantes ante la llegada de la nueva Ley de Vivienda que ha anunciado el Govern. La cuestión de los mamotretos urbanísticos paralizados en Balears debido al pinchazo de la burbuja inmobiliaria es uno de los aspectos que debe regular la normativa con medidas como la posibilidad de declarar como «desocupados» los pisos que llevan más de seis meses sin uso o de obligar a grandes propietarios -de más de 10 inmuebles- a ceder sus unidades para alquiler social si llevan más de dos años sin titular temporal. Ametller comentó que «estamos esperando a la nueva ley para ver cómo queda todo en realidad. Si el reglamento no diera solución a la problemática que vivimos miraríamos otras opciones».