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Balears recuperará durante el curso 2017-2018 la figura del educador social en diez centros de Educación Secundaria con el objetivo de prevenir conflictos en el centro, el absentismo en las clases y el fracaso escolar.

Del total de educadores, seis se destinarán a Mallorca - cuatro a Palma y uno a Manacor -, dos a Menorca (en el IES Pasqual Calbó de Maó y Josep Maria Quadrado de Ciutadella) y dos en Ibiza. Cada uno de ellos, recibirá una formación previa de 40 horas y se adaptará al equipo de orientación del centro y a su proyecto educativo, tal y como han anunciado este lunes en rueda de prensa la consellera de Servicios Sociales y el conseller de Educación y Universidad, Martí March.

El proyecto ha contado con una inversión de 800.000 euros de los cuales se han destinado 775.000 euros a la contratación y 25.000 euros a la gestión.

Durante el curso 2008-2009, ya se había implantado la figura del educador social en ocho centros educativos de Baleares con buenos resultados. Con su actuación, se consiguió la disminución de las amonestaciones y de las expulsiones en los institutos.

March ha insistido en que esta iniciativa «es un camino para la institucionalización de forma progresiva de la figura del educador social en los centro de Educación Secundaria».

Asimismo, ha explicado que se ha elegido esta etapa formativa por coincidir con la edad de «mayor vulnerabilidad» del alumnado a causa de los cambios fisiológicos, biológicos y psicológicos a los que se ven expuestos y también por ser el momento cuando se produce el primer contacto con el alcohol y las drogas.

Los educadores sociales para este nuevo curso ya han sido elegidos y forman parte de la plantilla pública. Se incorporarán este próximo septiembre, después de recibir la formación, y estarán presentes en el centro durante todo el horario escolar.