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Las consultas de pediatría de Menorca están registrando durante este verano un incremento de los casos de impétigo, una enfermedad infecciosa de la piel. Aunque desde el área de Salud de Menorca descartaron este miércoles que se trate de una situación de epidemia, sí apuntaron que se han encontrado con «un brote de un proceso benigno que precisa reforzar medidas preventivas, tales como el aislamiento o el lavado de manos».

Así lo comentó este miércoles la doctora Margarida Masferrer, pediatra del centro de Dalt Sant Joan, que expuso que se trata de una enfermedad producida por las bacterias Streptococcus pyogenes y Staphylococcus aureus que habitan en nuestra piel y afecta principalmente a los niños pequeños. Así, la infección se puede producir después de un traumatismo mínimo como una picadura de mosquito o una herida superficial y se propagan por contacto directo de persona enferma a persona sana. Pueden afectar cualquier área de la piel, pero suele ser más frecuente encontrar la lesión en cara, brazos y piernas por ser zonas descubiertas del cuerpo.

La especialista también comentó que las lesiones no dejan cicatriz, pero causan despigmentación de la piel que puede persistir durante meses.

La pediatra también recordó que hay dos tipos de esta enfermedad: el impétigo no bulloso que se inicia con un enrojecimiento que se rompe y da lugar a una secreción melicérica (parecido a la miel) con costras, y el bulloso, que se presenta con ampollas llenas de líquido. Ambas formas son contagiosas en forma de autoinoculación y mediante el contacto directo.

El diagnostico es clínico y se puede confirmar por el cultivo de las secreciones. El tratamiento es antibiótico.

Por último, apuntó que «es muy importante considerar una buena higiene con lavado de manos y recortado de uñas» y que para limitar su propagación es necesario no poner en contacto niños sanos con niños enfermos hasta que las lesiones de la piel no estén secas. Por ello, no se recomienda que los niños afectados se agrupen junto a otros.