La intención del actual equipo de gobierno municipal de Maó es avanzar en la retirada de los contenedores de las calles | Gemma Andreu

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Los técnicos del Consorcio de Residuos Urbanos y Energía de Menorca están elaborando estos momentos los pliegos de condiciones de un contrato del servicio de recogida de basuras que conllevaría mancomunar esta tarea en la zona de Levante y además implantar, al menos en el caso de Maó, la recogida selectiva puerta a puerta en buena parte del casco urbano. Se trabaja con el horizonte del 1 de enero de 2020, puesto que se trata de un proceso complejo, según explican las partes implicadas. Los ayuntamientos de Maó y Es Castell están dispuestos a participar en la mancomunación del servicio, con Sant Lluís se está en vías de negociación y se descarta la idea inicial de incorporar Alaior.

La recogida selectiva puerta a puerta supone que, a tenor de un calendario preestablecido, los vecinos sacan a la calle las bolsas con un determinado tipo de residuo cada día. Se dejan en la puerta de casa para su retirada. La frecuencia se fija en función del tipo de residuo. Por ejemplo, hay más días a la semana de recogida de residuos orgánicos y menos de vidrio.

La alcaldesa de Maó, Conxa Juanola, explica que los detalles de la propuesta están pendientes de definir, pero que se establecería el puerta a puerta en buena parte del núcleo urbano. La intención es mejorar el volumen de separación en origen, además de avanzar en la retirada de los contenedores de las calles, puesto que, a decir de la alcaldesa, el incivismo en el uso de los mismos es creciente. Al recogerse a domicilio todo tipo de residuos, dejarían de ser necesarios para esta función.

Otra de las medidas que pretende establecer el Ayuntamiento de Maó en este mismo sentido es la de bonificar a aquellos vecinos que se comprometan a realizar una adecuada separación de los residuos. La medida se utiliza en algunos municipio de Mallorca. Quien firma una declaración de buen reciclaje, sometida a supervisión, ve reducida su tasa de basuras, que en el caso de Maó está incluida en estos momentos en el recibo del IBI.

Lluís Camps, alcalde de Es Castell, confirma la voluntad de mancomunar los servicios pero no se pronuncia sobre la opción de adoptar el modelo del puerta a puerta. Por otro lado, una de las cuestiones que le crea recelos es tener que separar las concesiones de recogida de residuos y de limpieza, algo por lo que apuesta Maó. Estos aspectos tendrán que ser concretados en el proceso de redacción definitiva de los pliegos

De momento, Es Castell y Maó se han coordinado para que sus contratos de recogida de basuras y limpieza acaben el 31 de diciembre de 2019. La opción de implantar el nuevo modelo aprovechando el fin de ambas adjudicaciones a 1 de enero de 2018 se ha considerado inviable por precipitada. En Maó el actual contrato, que acaba su tercera prórroga, contará con una cuarta de dos años a partir del 1 de enero de 2018. En el caso de Es Castell, en breve se dará a conocer el pliego para un inminente nuevo contrato de dos años, prorrogable por trimestres para facilitar la mancomunación. A pesar de ser un tiempo de transición hacia el nuevo modelo, incorporará diversas mejoras, sobre todo en las urbanizaciones. Estos pliegos han sido ya supervisados por el Consorcio para facilitar el paso al nuevo modelo. Sant Lluís acaba su contrato en 2022. Cabe recordar que la recogida de basuras ya se realiza de forma conjunta en Es Migjorn Gran y Ferreries.