Vista de la fachada del agroturismo de la finca, Ca Na Xini, un alojamiento boutique solo para adultos.

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La propiedad de Hort de Sant Patrici está a punto de cerrar la venta de la empresa, que engloba el alojamiento rural Ca Na Xini, la bodega y la oferta gastronómica, a una sociedad integrada por inversores franceses y también con presencia de otras nacionalidades, una operación que se lleva adelante con discreción pero que inevitablemente ha trascendido en Ferreries, donde se ubica el hotel rural, ya que el posible cambio de dueño habría sido comunicado a los trabajadores este verano. También ha desaparecido el anuncio de venta de la finca de las webs de algunas inmobiliarias que la publicitaban y en la que aparecía por un precio de salida de 3,5 millones de euros. Según su propietario, el empresario Luis Casals, no hay nada cerrado. La retirada de los anuncios forma parte del compromiso de una negociación en la que quedan «muchas cosas» por hablar «hasta llegar al final», asegura la familia propietaria.

Lo cierto es que hace unos años que el negocio, uno de los pioneros en enoturismo y experiencia gastronómica en Menorca, está a la venta y una razón es por el deseo de jubilarse y «descansar» de Luis Casals, como así lo reconoce. Una tercera generación, la de David Casals, gerente del agroturismo de ocho habitaciones, decoración minimalista y solo para adultos, seguirá trabajando en el mismo porque una de las cuestiones fundamentales en la negociación es que la venta de acciones no afecte al funcionamiento actual de la empresa, muy al contrario, se prevé su continuidad, potenciación e incluso aumentar la inversión y programar más actividades. En este sentido, la plantilla del establecimiento hotelero y el resto de instalaciones no se vería afectada por el cambio sino que continuaría bajo la nueva titularidad del negocio. Viñedos, gastronomía y descanso son el triángulo perfecto en Hort de Sant Patrici. En el año 2000 abrió en la finca el museo dedicado al queso y en paralelo se plantaron las primeras cepas, que seis años después dieron su primer fruto en forma de vino ya que la cosecha de 2005 no se quiso comercializar en busca de mayor calidad. En 2006 se decidía poner en marcha la bodega propia y también la remodelación de Ca Na Xini, que vería la luz en 2008 con hotel boutique. Recientemente Hort de Sant Patrici ha sido galardonado en la International Wine Awards 2017 de Vitoria por tres de sus vinos.

La venta de este negocio sigue la estela de otras operaciones que se han llevado a cabo en los dos últimos años y que han significado la entrada con fuerza en el mercado menorquín de empresarios galos. «Llevamos más de dos años ya en los que Menorca está de moda para inversores franceses», señala un agente inmobiliario especializado en grandes fincas, «sobre todo entre la jet set de ciudades como París». Este agente de la propiedad asegura que «los que vienen son muy enamorados de Menorca, son respetuosos, arreglan las fincas, siguen la explotación agraria e incluso la refuerzan».