Imagen de Cala Blanca, una de las playas que más sufre la erosión, antes de comenzar la temporada

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El Servicio de Limpieza de Playas del Consell actuará para intentar ganar terreno al mar en las playas que más riesgo corren de desaparecer por los procesos de erosión: Cala Blanca, Platja Gran y Sa Caleta, playas urbanas de Ciutadella. Lo hará sirviéndose de la propia naturaleza, devolviendo a la primera línea del mar la posidonia que retiró a principio de la temporada con el objetivo, no solo de que actúe como barrera natural protectora de la arena existente, sino de que la gran cantidad de sedimento presente en la posidonia reubicada sirva para ampliar la zona terrestre de la playa.

Está previsto que la actuación se lleve a cabo a lo largo del mes de noviembre, según explicó este martes el jefe de servicio de Limpieza de Playas del Consell, Juan Juaneda, y forma parte de una operación más amplia, prevista en las doce playas de las que antes del verano se retiró posidonia: además de las citadas, Punta Prima, Son Bou, Tirant Petit, Arenal d'en Castell Petit, Cala Galdana, Cala en Blanes, Santandria, Binibèquer y Alcalfar.

Los operarios de la empresa encargada del servicio, FCC, procederán una vez terminada la temporada turística a volver a distribuir la posidonia que fue acumulada en espacios alejados de la zona de baño siguiendo un orden de prioridades que dejará para el final las tres playas en las que se devolverá la posidonia a la orilla. Juaneda explicó que este año la inmensa mayoría de posidonia retirada, un total de 3.300 metros cúbicos, ha sido reubicada en el propio sistema de la playa, sin necesidad de trasladarla.

Lo aseguró al término de la jornada celebrada ayer en el Consell sobre gestión de limpieza de playas, en las que tanto él como el jefe de servicio de FCC en Menorca, Luis Fernández, llamaron la atención sobre un dato: hasta el 30 de septiembre el servicio de limpieza de playas ha recogido manualmente 78.903 bolsas, la gran mayoría llenas de basura de origen humano, aunque el balance también incluye pinaza y posidonia.

Los datos parciales ofrecidos ayer permiten comparar los resultado de la recogida manual, en número de bolsas, entre la temporada pasada y la presente. De mayo a septiembre del presente ejercicio se han recogido 73.470 bolsas, mientras que en el mismo periodo del año pasado la cifra fue de 74.964, cerca de la mitad en Ciutadella.

Juaneda explicó que este volumen de recogida de bolsas «nos tiene que hacer reflexionar» sobre la corresponsabilidad en el mantenimiento de las playas entre la Administración y los usuarios. Para apuntalar esa reflexión llamó la atención sobre otro dato, las más de 18.000 bolsas de residuos recogidos en agosto, la inmensa mayoría basura dejada por la acción humana en entornos frágiles y sensibles como son las playas menorquinas.