El acceso a las ‘escoletes’ cuenta con más facilidades en la Isla. | Josep Bagur Gomila

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A pesar de que el primero de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que adoptaron los líderes mundiales en el seno de la ONU el 15 de septiembre de 2015, era el de erradicar la pobreza en todas sus formas, lo cierto es que aún queda mucho trabajo por hacer. Así lo indica el informe «La infancia en las Illes Balears. Rumbo a la aplicación de la Agenda 2030», realizado por el comité balear de Unicef en colaboración con la Universitat de les Illes Balears, que concluye que uno de cada tres jóvenes menores de 18 años estaba en riesgo de pobreza o exclusión social en las Islas, en el año 2015. Se trata prácticamente de la misma tasa que se da en el conjunto de España. Esta cifra tiene en esta comunidad autónoma una lectura propia, ya que en comparación con 2014 se ha agravado en casi cuatro puntos porcentuales, mientras que respecto a 2013 ha disminuido en más de tres puntos.

El psicólogo Vicenç Arnaiz, con una experiencia de más de cuatro décadas en el campo de la Educación Infantil (ha dirigido el Equipo de Atención Temprana de Menorca, el Instituto para la Educación de la Primera Infancia del Govern balear y ha formado a mestros en este etapa educativa) destaca que en Menorca la situación es diferente al resto del Archipiélago, pues las familias disponen desde hace varios años de bonificaciones para poder escolarizar a sus hijos en las 'escoletes', en la etapa de cero a tres años.