Un avión de la ruta interinsular aparcado frente a la terminal del Aeropuerto de Palma. | Archivo

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El tránsito de pasajeros en la ruta de Palma ha aumentado un 33,8 por ciento desde que se aplica el descuento del 75 por ciento para los residentes. Desde julio ha registrado 142.025 pasajeros, casi 36.000 más que en el mismo periodo del año pasado. Los billetes baratos explican la espectacular variación que ha registrado una línea que hasta ahora presentaba cifras estables.

El Aeropuerto de Son Sant Joan se ha convertido así, después de Barcelona, en el segundo destino de los menorquines. Por primera vez este año registra más viajeros que los aeropuertos de Madrid y de Londres.

El turismo de ocio facilitado por los nuevos precios del pasaje explica los datos y un cambio de hábitos del usuario menorquín, que ha preferido Palma a Barcelona, según se observa en la estadística del mes pasado. Mientras los vuelos con la capital catalana pierden 3.664 pasajeros respecto a los de noviembre del año pasado, los de la capital balear ganan 7.480.

Entre las razones de ese desplazamiento de pasajeros de una ruta a otra figura sin duda el precio. Barcelona, con un solo operador y precios menos competitivos, resulta menos atractiva e incluso ha bajado pasaje en beneficio del transporte marítimo ante la política de Vueling de triplicar las tarifas en las frecuencias con mayor demanda.

Por su parte, la ruta de Palma adolece de oferta ya que ha reducido la cuarta parte de los vuelos, a pesar de la demanda. Esta fue notable en septiembre, mientras se mantenía la programación de verano, pero lo ha sido también en noviembre, con la cuestionada programación invernal.

La ofensiva canario-balear para llevar ese descuento del 75 por ciento a las rutas con la Península tendrían un efecto tirón de la demanda similar, aunque sin declaración de servicio público no habría techo de tarifa y el resultado podría ser pernicioso para la llegada de visitantes, según han advertido algunos expertos.

Noviembre

El Aeropuerto de Menorca registró el mes pasado 76.116 pasajeros, un 8,3 por ciento más que en noviembre de 2016. El incremento fue mayor en el tráfico nacional, 10,1 por ciento, un mercado animado por un millar de usuarios en la ruta con Bilbao que, a diferencia del año pasado, ha contado con vuelo directo y un aumento del 20 por ciento de la línea con Valencia, con otro millar de viajeros. También la de Madrid ha aumentado un 12 por ciento durante ese periodo.

El tráfico internacional, arrastrado por la pérdida de conexión directa con Londres, cae un 46,1 por ciento, aunque en números absolutos la cifra es poco representativa, el año pasado la línea de Monarch transportó en ese periodo a 1.802 pasajeros.

En cuanto a las operaciones de aeronaves, se ha registrado un ajuste importante de vuelos, un 23 por ciento menos que los operados hace año, lo que implica que han registrado una ocupación más alta.