Los representantes municipales con la presidenta y la vicepresidenta del Consell este jueves en Es Migjorn. | Gemma Andreu

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Una semana para establecer una propuesta concreta y un mes para un acuerdo en torno a la delimitación de las zonas donde pueda comercializarse el alquiler turístico. Ese es el compromiso de los alcaldes y la presidenta del Consell, que ayer trataron el tema sin alcanzar una posición consensuada, el objetivo persguido ante una medida de trascendencia económica y comunitaria.

Hay división de opiniones, unos apuestan por el no tajante al alquiler turístico en suelo urbano residencial y otros son partidarios de permitir lo que ya existía antes de la nueva ley, «pero no contemplamos la disparidad de criterios, será el mismo para toda la Isla, aunque luego los municipios pueden ser más restrictivos, nunca al revés», afirma la presidenta Susana Mora.

La opción del alquiler turístico en edificios plurifamiliares urbanos se aleja, según el contraste obtenido entre declaraciones de varios alcaldes, a causa del problema de viviendas de alquiler actual, que se agudiza en verano con más población laboral.

Ese criterio marca la tendencia general y restringe también las expectativas de la actividad turística en viviendas de los cascos urbanos, que es precisamente el quid de la cuestión. El caso de los estatutos internos de comunidades de vecinos, muchos de los cuales impiden esta actividad, fue expuesto en la reunión como dificultad añadida, a pesar de que no atañe a la decisión política.

Hay, sin embargo, núcleos urbanos definidos por viviendas unifamiliares, donde el criterio de zonificación será más flexible y coincidente con las urbanizaciones y zonas turísticas. Las divergencias son escasas también en cuanto a viviendas legalizadas en suelo rústico que reúnan las condiciones exigidas para este tipo de comercialización.

«Los vecinos, primero» es la opinión de Lluís Camps, alcalde de Es Castell, «pero hay que abrir la oferta porque nuestra primera actividad económica es el turismo».

Cada alcalde ha de definir los criterios en torno a la zonificación con su equipo de gobierno o ayuntamiento respectivo, conscientes de que no es fácil, «pero cualquier otro criterio para el desarrollo de esta actividad resultaba igualmente complicado», argumenta la presidenta.

Mercado

Susana Mora no se atreve a cuantificar la oferta de plazas que la zonificación aportará al mercado a la vista de los escollos para definirla y ha sugerido a los alcaldes como primer punto de consenso el uso de las bases previstas en el antiguo y vigente PTI, además de los artículos vivos de la Norma Territorial, «que ya establecen una zonificación en su diseño de zonas urbanas, turísticas y rústicas», explica.