Un minubus ya cubra la ruta entre Ciutadella y Cala en Turqueta | Gemma Andreu

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Se acabaron los madrugones para bañarse en Macarella y el temor a encontrarse el acceso cerrado. El Consell avanzó ayer que la línea de autobuses lanzadera que implantará como prueba piloto para resolver el colapso de las vías de acceso a la emblemática playa virgen funcionará con un sistema de reserva. Turistas y residentes tendrán que prever el día y la hora a la que querrán ir a la playa y ?si no se han agotado los billetes? comprar el viaje de autobús con antelación.

De ese modo el ente insular quiere evitar que la frustración ?y los problemas circulatorios? que hasta ahora generaba tener que dar marcha atrás porque el parking estaba lleno, así como la que podría generar tener que hacer cola frene a la parada de autobús. Los turistas tendrán asegurado el acceso a la playa y, además, según avanzó el conseller de Movilidad, Miquel Preto, podrán reclamar la devolución del importe del billete en el caso de que finalmente el día señalado la meteorología sea adversa.

Preto también avanzó en respuesta a la interpelación presentada en el pleno por el Grupo Popular que las frecuencias previstas para esta línea serán 39 diarias, un autobús cada 20 minutos. La línea ha sido diseñada para evitar que se supere la capacidad de la playa, establecida en 480 personas simultáneamente. El cálculo, presente en el plan especial de la zona, está hecho a partir de la carga prevista para el aparcamiento, que era de 160 vehículos con una ocupación media de tres personas por coche.

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