Palmeras infectadas por el insecto ‘Rhynchophorus Ferrugineus’, en Son Oleo (Ciutadella) | Josep Bagur Gomila

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Unos cincuenta propietarios de palmeras avisaron el año pasado de que sus plantas estaban infectadas de picudo rojo (Rhynchophorus Ferrugineus) según el director insular de Medio Rural y Marino, Miquel Truyol. Admite que hay indicios de que la plaga del insecto está más extendida en Ciutadella, donde hasta el marzo pasado se habían detectado pocos casos.

«Es verdad que la plaga está más extendida, pero también está más asimilada y controlada», afirma. La extensión de la enfermedad está «en un estado de madurez» y la población ya reconoce los síntomas, ya que la situación se ha normalizado en la zona de Levante, dice, donde aparecieron los primeros casos. Por ejemplo, ha habido confusiones con la otra plaga que padecen las palmeras, la de paysandisia, que ataca de forma similar al picudo rojo, pero en Maó, Alaior y Es Castell, donde la plaga está más extendida, ha habido menos preocupación en el último año. En 2016 «la gente ya había asumido que era un tema de convivencia», afirma Truyol, por lo que se han dado pocos avisos y se ha acudido directamente a centros de jardinería para que les asesoren en el tratamiento.

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