Imagen del pasado sábado cuando el director de la empresa informó a los trabajadores. | Javier Coll

TW
2

La posición del Govern, a la que se suma la del Consell de Menorca, se mantiene contraria y firme ante la operación de integración de Quesería Menorquina con Quesería Ibérica. «Después de meses de estudio de la información económica que hemos podido manejar, las dudas sobre la solvencia financiera no se han disipado», explicaron fuentes de la Dirección General de Trabajo, Economía Social y Salud Laboral del Govern, organismo que desde octubre valora la propuesta.

El Consell acompaña esa opinión, «hemos estudiado los balances con expertos y el estado financiero de Quesería Ibérica no es garantía para una operación de este tipo», señala el conseller menorquín de Empleo, Miquel Company. «Lo de menos es que la empresa sea de fuera y lo de más es la producción, el empleo y la recuperación de la cuota menorquina de mercado, eso se logra con una empresa con trayectoria y viabilidad», agrega el conseller socialista.

«No se trata de estar o no con los trabajadores, que sí estamos, sino de estar seguros y para ello hemos exigido más documentación para que los expertos elaboren un informe de solvencia y podamos pronunciarnos con todas las consecuencias», indican desde el Govern. Precisan que dicha documentación hace referencia al grupo empresarial en el que participa Ibérica, «es la revisión limitada que pedimos al principio y solo nos llegó la de la empresa».

El informe se basará en criterios técnicos y ello abre una puerta al respaldo político a la operación, «queremos asegurarnos de la viabilidad y que sea positivo para Quesería Menorquina, que es nuestra responsabilidad», apuntan.

Company, por su parte, mantiene que los números conocidos hasta ahora «no permiten colocar dinero público, el riesgo es alto», asegura después de haber aplicado sus conocimientos bancarios y haber tratado con expertos el proyecto empresarial propuesto por Adolfo Pérez y apoyado por el comité de empresa, que ha expresado su decepción por esa postura. «No estoy para hacer feliz a la gente, lo siento, sino para tomar las decisiones más correctas», responde el conseller.