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El hecho que fueran cinco comensales, y no dos como se sospechaba en un principio, los que participaron en el almuerzo que la alcaldesa de Sant Lluís, Montse Morlà, pagó con dinero público el pasado 8 de enero no sacia el interés de sus socios de gobierno por conocer detalles de la cita, por la que se pasó una factura de 156 euros. Al menos este es el caso del PSOE.

La portavoz socialista, Teresa Borràs, comentó ayer que el número de comensales «no nos tranquiliza mucho, esperaremos a que nos justifique quien fue a la comida y el tema que trataron, y por qué no lo podían tratar en el Ayuntamiento». A primera hora de la tarde de ayer, Borràs no había recibido todavía ningún tipo de explicación directa por parte de la alcaldesa y solo conocía las aclaraciones de Morlà publicadas en «Es Diari».

El PSOE insiste en la necesidad de elaborar un código ético que recoja estas cuestiones. «Me sabe muy mal que una persona que realiza actos pagados con dinero público no realice las comidas de trabajo dentro del municipio, donde hay muchos y buenos restaurantes. Así, como mínimo el dinero se quedaría en el pueblo».