El local de la calle Vassallo alberga el Servei de Menors i Família, el Centre Assessor de la Dona y la OFIM. | Gemma Andreu

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Elevadísimo grado de insatisfacción con la dirección o coordinación del servicio. Un desgaste que puede llegar a límites de no retorno. Exposición elevada a la carga emocional y de trabajo. Falta de resolución, planificación deficiente, justicia profesional pobre y falta de confianza. Son algunas de las conclusiones a las que llega el técnico de prevención del Consell tras realizar una evaluación de la situación psicológica y social del personal del Servei Insular de Menors i Família y el Centre Assessor de la Dona, ubicados ambos en las dependencias de la calle Vassallo.

Las precarias condiciones sobre las que alerta este informe no son nuevas. Llevan años arrastrándose. «Esta corporación hace tres años que gestiona el servicio, los problemas están sobre la mesa desde el primer día, la situación ha empeorado en todos los niveles», escribía el sindicato Comisiones Obreras en una carta remitida a la plantilla del Consell al considerar que el informe deja «bien clara la situación difícil» en la que trabaja el personal del centro de Vassallo.

Este documento, elaborado entre diciembre de 2016 y enero de 2017, desvela un volumen elevado de trabajo de este departamento que se ve agravado con la precariedad física del espacio.

La consellera de Bienestar Social, Maria Cabrisas, aseguró ayer en el pleno, a raíz de una interpelación de la consellera Aurora Herráiz, que el departamento está trabajando para mejorar las condiciones del personal. Y tiene sobre su mesa un proyecto de reforma elaborado en 2010 para mejorar las condiciones de espacio de esta área. «Lo hemos recuperado, después que el PP desistiera, ahora llevamos seis meses trabajando sobre él para resolver esta falta de espacio». Avanzó que «estamos buscando un local» que reúna unas condiciones mínimas.

Cabrisas negó las críticas vertidas por la consellera popular quien criticó que el Consell no haya puesto remedio ante los resultados del informe y lamentó que «los trabajadores no saben qué proyecto tienen ustedes, se sienten abandonados, no les da apoyo, se les ignora». En este sentido Cabrisas avanzó que hay ya dotación económica para cubrir la plaza de jefe de servicio «que desapareció», ha incrementado la jornada de una psicóloga, ha creado la figura del acogimiento familiar especializado, ha hecho de puente para poner en marcha el plan de emancipación, además de haber iniciado un proceso interno para reconducir la estructura del servicio «que el PP cambió sin consenso ni adaptándose a los protocolos». Ahora, según Cabrisas, hay que adaptarse a una serie de normativas. Para ello, el Consell ha contratado a una empresa externa, la Fundación Universitaria de Oviedo, que evaluará el funcionamiento del servicio y hará una propuesta de plan de actuación y mejora. «Seguimos trabajando para que la situación del Servei de Menors se reconduzca».

En cuanto a las críticas del PP sobre el asesor jurídico que trabajaba para Menors i Família y que «Cabrisas movió y trajo al Consell», la consellera confirmó que se encuentra en el edificio central aunque «hace el mismo trabajo que hacía en el Servei de Menors i Família».