El obispo de Menorca, Francesc Conesa, afirmó que «sigue teniendo sentido la Semana Santa, hoy más que nunca» | Javier Coll

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El obispo de Menorca, Francesc Conesa, afirmó la noche de este miércoles en Maó que «se hace más necesaria que nunca la manifestación pública de la fe, exponiendo en medio de la ciudad la fe que vivimos en nuestro corazón».

En el pregón de la Semana Santa de Maó, que pronunció en la iglesia del Carme, advirtió que «crece alrededor nuestro una mentalidad laicista, que pretende arrinconar a los cristianos en las sacristías, eliminando toda manifestación pública de la fe». Añadió que «con frialdad y desprecio se intenta esconder a Cristo y acallar cualquier voz que pronuncie su nombre. Se busca, incluso, arrancar de los hombres y mujeres la memoria de Cristo de lo hondo de su corazón, favoreciendo una nueva era de paganismo».

Tras referirse a los 1.600 años de la carta del obispo Severo, el prelado indicó que «la Semana Santa no está en manos de las agencias de viajes y los hoteles, porque está en manos del pueblo creyente que la celebra en profundidad, y de las cofradías y hermandades que, con vuestras procesiones, ayudáis a vivirla».

Para el obispo Conesa las procesiones constituyen «una catequesis espléndida». Aseveró que «cada procesión es una catequesis viva en medio de las calles. Toda la ciudad se convierte en escenario del mayor drama de la historia humana. Las cofradías y hermandades sabéis realizar esta catequesis con el lenguaje del pueblo; hacéis partícipes a los demás de los santos misterios cristianos en un idioma que todos comprenden: el de la imagen y la música, la belleza y la estética, el silencio profundo y la emoción sentida». Conesa subrayó que «la Semana Santa es un acontecimiento cultural y artístico de primer orden, pero solo resulta comprensible con la fe y desde la fe. Esa misma fe es la clave para mantener y revitalizar la Semana Santa, porque se equivoca quien quiere reducirla sólo a folklore o cultura».