Parto sereno. Las contracciones, vividas en todo momento con serenidad, se iniciaron a las dos de la madrugada. El niño nació a las 12:30 horas de la tarde en un parto fácil y mínimamente asistido. | L. M.

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Lorena Medina Benejam tuvo el parto de su tercer hijo, Blai, en su casa en Ciutadella el pasado día 17 de marzo. Para ello contó con el apoyo de un ginecólogo y de una comadrona, quienes le hicieron el seguimiento médico normal hasta un día antes de dar a luz.

Lorena Medina, de Ciutadella y residente en Alemania por motivos profesionales (es cantante de ópera y trabaja con plaza fija en el Deutsche Oper Berlin), había tenido la experiencia previa de sus dos anteriores hijos que nacieron en el hospital.

Este parto natural en casa, acompañada por su pareja Jordi, de quien recibió todo el apoyo, con sus hijos y su madre, y vivido en un ambiente tranquilo y relajado, se contextualiza en la forma de entender la maternidad en Alemania desde el punto de vista laboral. Y ha sido posible también gracias a la preparación previa de Lorena, tanto en el plano físico como psicológico o emocional.

Lorena destaca que fue contratada por la Deutsche Oper Berlin la misma semana que se enteró de que estaba embarazada de dos meses de su primer hijo, y que esto no fue visto como ningún inconveniente por parte de la institución. Es más, en Alemania, dice, su entorno de trabajo la felicitó cuando dio la noticia de que iba a tener a su tercer hijo. Explica también que allí las mujeres embarazadas disponen de una baja de prematernidad seis semanas antes del parto. Esto ha permitido que sus hijos hayan nacido en Menorca, donde Lorena se instala antes de dar a luz. Y es aquí también donde disfruta de todo un año de maternidad, tal y como lo contempla la ley de aquel país. Instalada en Menorca, por tanto, seis semanas antes de dar a luz, y después de rodearse en Alemania de gente con experiencias de partos naturales en casa, donde es visto de forma más normal (hay incluso casas habilitadas para este fin), Lorena y su pareja organizaron este nacimiento de su tercer hijo en su casa, que pasó por recibir un curso de hipnoterapia preparto. Un estado mental de tranquilidad y de control del cuerpo, dice Lorena, permite hacerlo sin miedo. «Tienes miedo cuando son los demás quienes controlan tu cuerpo y todo el proceso de tu parto», añade. Esta es la gran diferencia, resalta, entre un parto en casa y uno en una clínica u hospital.

Para ella, esta experiencia permite recuperar la naturalidad de dar a luz, tal y como era ancestralmente. «Un parto o un embarazo no son una enfermedad», recalca. Lorena sabía por la última revisión que el niño estaba colocado bien para salir y que no había complicaciones que imposibilitaran esta opción en casa.

Ahora disfruta de las buenas sensaciones que le ha producido la experiencia y de sus tres hijos: Neil (5), Pol (2) y el bebé.