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La Fira Arrels cerró ayer sus puertas con un balance de 4.500 visitantes, un 50 por ciento más (1.500 personas) que el año pasado, lo que confirma las sensaciones de «éxito total» de los organizadores y consolida el certamen como una cita de referencia no solo para el sector agroalimentario y de la restauración, sino también para el gran público.

Como ya ocurriera el sábado, la jornada del domingo volvió a registrar una gran afluencia. Pasillos llenos, demostraciones de cocina sin asientos libres, colas en la zona de acceso y muchos problemas para encontrar aparcamiento: «La sensación es que Arrels ha cuajado y que el sector de la pequeña producción agrícola y artesana cree en ella, se la han hecho suya», explicaba ayer el organizador, Pep Palau.

Lo demuestran los 43 productores locales que han acudido a la cita, un 80 por ciento más que el año pasado: «La primera edición ya funcionó y ahora han querido estar», remarcaba Palau, quien destacó tanto la variedad de productos, que hace la feria «muy atractiva para el visitante», como el nivel de las actividades programadas, con una calidad e innovación «propia de los grandes congresos de cocina».

Bolsas llenas

Las bolsas llenas de los visitantes mostraban ayer el carácter de mercado del certamen: «Nos comentaban algunos productores que trajeron género para dos días y que ayer (por el sábado) tuvieron que reponer», explicaba Miquel Company, conseller de Proyección Económica: «El sector lo ve útil y ese era nuestro objetivo», apuntó el conseller antes de garantizar que el año que viene el certamen tendrá continuidad, no solo por el éxito de público, sino –y más importante– «porque nos lo pide el sector».

Company defendió el esfuerzo económico realizado por el Consell para impulsar esta feria por segundo año consecutivo. En 2017 el ente insular invirtió unos 120.000 euros y este año la inversión, a la espera de que se cierren todos los gastos, será «muy similar», explicó: «Montar una cosa bien hecha tiene su coste y a pesar de que el número de expositores se ha doblado y del aumento de visitantes la inversión es prácticamente la misma, ha habido una gestión eficiente».

Uno de los elementos que más han valorado desde la organización –también los visitantes– es la importante presencia de expositores de producción ecológica en la segunda edición de la Fira Arrels. De hecho, el organizador del certamen, Pep Palau. reveló que uno de cada cuatro expositores han sido este año de agricultura o ganadería ecológica: «Ha sido uno de los crecimientos cuantitativos y cualitativos más importantes. Muestra hacia donde está yendo la producción agroalimentaria en la Isla y, en definitiva, hacia donde está yendo el mundo, el futuro». Palau defendió que este giro hacia la producción ecológica es espacialmente conveniente en Menorca porque «de algún modo cierra el círculo, sintoniza con la filosofía de la Isla como Reserva de Biosfera».

El premio Alternachef, para el Casal de Ciutadella

Los jóvenes del Casal de Ciutadella se hicieron ayer con el primer premio del IV Concurs Alternachef, organizado por el Injove. Su menú, raoles de cordero, mousse de limón con galleta y trufas de chocolate, les valió el primer puesto de un concurso muy competido que contó con el exconcursante de Masterchef Emili Samper, del restaurante Crudito de Madrid, como maestro de ceremonias. Por otra parte, la organización premió al estand de Bolets de Menorca, de Es Mercadal,