Koen Lassooij y Rafaela Cavalcanti, fundadores de la plataforma holandesa-brasileña Cloq

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La plataforma holandesa-brasileña Cloq centra sus esfuerzos en ayudar a obtener nano-créditos a aquellas personas que no tienen capacidad financiera. La aplicación, que está operativa en Brasil y extenderá sus servicios por Latinoamérica, está destinada a personas que no pueden proporcionar suficientes datos financieros para analizar su solvencia crediticia.

Cloq crea un modelo de crédito que evalúa a los clientes según su comportamiento y confiabilidad, en lugar de solo datos económicos. De la combinación de la innovación tecnológica con los principios de los microcréditos, Cloq trata de llegar a una comunidad que es ignorada o explotada; la población con bajos ingresos que no pueden optar al sistema de crédito formal.

Los nano-préstamos legales que Cloq pone a disposición de sus usuarios comienzan por pequeñas cantidades a partir de 30 dólares y a tasas de interés más bajas que las alternativas financieras. La plataforma además elimina la burocracia propia de estas entidades.

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El proceso de registro en la aplicación se hace en tan solo siete minutos y el cliente puede recibir y pagar el nano-préstamo a través de una billetera electrónica por lo que no es necesario tener una cuenta bancaria.

El valor máximo inicial del microcrédito será equivalente a 30 dólares. Una cifra que aumentará hasta los 150 dólares, a medida que los clientes creen una trayectoria positiva. Además, Cloq ofrece condiciones de pago acorde a las necesidades del cliente, como términos semanales, quincenales o mensuales.

Como parte de su actividad, la startup ofrece un servicio adicional de educación financiera, alentando a las personas a que se eduquen sobre planificación financiera.