Rik Stamhuís y Leila Rose Faddoul, dos de los fundadores de la startup | C.G.

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La startup Jiro-ve fue fundada en Madagascar y proporciona acceso al suministro eléctrico de forma asequible, limpia y saludable en las comunidades marginales de todo el mundo.

Ese pequeño milagro se consigue a través de su red de franquicias y un sistema innovador y, sobre todo, inclusivo.

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Su modelo de negocio permite el alquiler de una lámpara LED recargable a un precio más barato que las velas o el queroseno, recursos utilizado por esa población.

Por 0,06 euros al día las familias pueden tener acceso a una luz completamente cargada gracias a la colaboración con distintas redes y productos de emprendedores locales, favorenciendo además su desarrollo, crecimiento y evolución. Llega tanto a las áreas rurales como a las grandes ciudades.