El menorquín con su pareja Sarah durante una de sus habituales visitas a Holanda

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La ficha

El viajero es.. Joan Montoya Moyá (Es Castell, 1985).

Formación académica. Ingeniero industrial por la Universitat Politècnica de Catalunya.

Ocupación actual. Tras su paso por Airbus, ahora se dedica plenamente a su propia web, el buscador y comparador de viajes Travelinho.com.

Vive en... Alemania, desde septiembre de 2011.

Su objetivo es... Afianzar su proyecto, distinguido en la I edición de los premios Connect'Up.

Otros países visitados. Empezó con una beca Erasmus en Suecia, durante la carrera, y de ahí pasó a Edimburgo, en Escocia. Más tarde encontró su oportunidad laboral en Alemania y ahora la vida le lleva a viajar entre Frankfurt y Rotterdam.

Ha llovido mucho ya desde que Joan Montoya se marchó a Edimburgo como un joven menorquín más, recién licenciado y un poco a la aventura, con la idea de mejorar su inglés. Eran tiempos de crisis, de dificultades para hallar un empleo en su sector, la ingeniería, y se abrió camino en Reino Unido trabajando como camarero. De allí, en septiembre de 2011, partió a Alemania y se instaló en Frankfurt, donde pasó diez meses en un aprendizaje intensivo del idioma. «Me fui a probar suerte, porque decían que en Alemania buscaban ingenieros, pero claro, dominando la lengua», explica. Su trayectoria en estos casi siete años pasa por la empresa aeronáutica Airbus, con sede en Hamburgo, y ahora vuelve a la palestra por ser uno de los ganadores de la primera edición de los premios Connect'Up en la categoría de emprendedores.

Su portal Travelinho.com, un buscador que crea viajes combinados de aviones, trenes y autobuses con un significativo ahorro para el viajero, obtuvo el segundo premio del programa que organiza el Grupo Serra y que patrocina CaixaBank para apoyar proyectos que buscan inversión y para relacionar a sus impulsores en todo Balears. Ahora mismo está volcado en el desarrollo de su empresa, de esa web novedosa por combinar diferentes tipos de transporte, y aunque está afincado oficialmente en Frankfurt, en realidad vive a caballo entre Alemania y Holanda, donde trabaja su pareja, Sarah. La movilidad, con su puesto de trabajo en el ordenador, no es un problema para este menorquín.

¿Qué supone para su proyecto el premio Connect'Up?
—Es muy importante, por la visibilidad que le ha dado y por toda la gente que conocí durante la formación, el evento y por el premio claro. Es una iniciativa genial que espero se repita el año que viene, ojalá hubiera más de este tipo, están surgiendo, pero la verdad es que todavía es más difícil innovar y emprender en España que en otros países europeos.

¿Qué problemas encuentran?
— Uno de ellos es la cuota de autónomo, aunque es cierto que ahora con la nueva ley se ha reducido o eso me han comentado. Pagar casi 300 euros cuando empiezas, con lo que cuesta y sin tener casi ingresos, es una faena. Ya es muy difícil arrancar un proyecto como para encima tener gastos adicionales, para mí eso y la excesiva burocracia es algo que hay que cambiar.

Antes de trabajar por su cuenta lo hizo en Airbus. ¿Cuál era su cometido?
—Trabajaba en un proyecto de rediseño de aviones para aligerarlos de peso y después pasamos a otro para mejorar los costes de construcción de las aeronaves manteniendo la calidad, corrigiendo ineficiencias y diseños, un trabajo relacionado con las nuevas tecnologías. Pero después de cuatro años y cuatro meses en la compañía notaba que se hacía repetitivo, que ya no estaba aprendiendo, y necesitaba un cambio y probar algo por mi cuenta, con esta idea me lancé a crear Travelinho. Pensé «si lo pruebo y sale mal, no pasa nada, podré volver a encontrar trabajo», pero si no lo probaba, igual me hubiera arrepentido toda mi vida. Y eso me ayudó a decidir.

¿En qué consiste Travelinho.com y qué valor añadido tiene entre los buscadores?
—Es un portal en el que se pueden buscar viajes combinados de avión, autobús y tren y que permite un ahorro al viajero que puede llegar hasta los 200 euros. De momento el formato es una página web aunque también está previsto lanzar una aplicación móvil. Lo mejor para comprobar su eficacia es buscar viajes en los que se necesiten varios medios de transporte, no una ruta como la de Menorca a Barcelona, sino buscar combinados por ejemplo de Menorca a Córdoba o Teruel, y ver las diferentes opciones. La página te redirige a las empresas de transporte para realizar la reserva.

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¿Qué tal está funcionando hasta la fecha?
— Para estar empezando funciona bien, estoy muy contento, porque empecé desde cero, yo solo, y ahora ver que se ha llegado hasta aquí, que hay búsquedas y combinaciones con las que se consiguen ahorros impensables... Pero bueno, aún queda mucho que hacer. Tenemos de tres a cuatro mil visitas al mes, tiene que ser mucho más, pero para empezar está bien; el objetivo es llegar de cincuenta mil a cien mil. Aunque para finales de año tendría que haber arrancado de verdad, ese es el plazo que personalmente yo me doy.

Su andadura lejos de España comenzó en Suecia, ¿por algún motivo concreto?
—No, quería realizar el Erasmus en inglés y allí obtuve una plaza, pero sí es cierto que me apetecía un país un poco diferente dentro de Europa. Esa experiencia me aportó mucho, vivir fuera, conocer a otra gente y distintas maneras de pensar, digamos que después te permite tener otros puntos de vista diferentes de lo que es la cultura española.

Todo ese recorrido, ¿le facilitó la idea de crear la web?¿Es Alemania un país tan puntero en tecnología como se dice?
—Creo que no hubiera surgido Travelinho si al acabar los estudios me hubiera quedado en Barcelona, seguramente habría entrado más en una rutina de empresa, quizás no me habría atrevido a crear la mía. En cuanto a Alemania, me quedé porque tenía mi vida montada allí al haber trabajado en Airbus pero sí, de todas formas es un país puntero y muchas de las páginas web similares están hechas allí; sobre todo en tráfico terrestre es muy potente, Deutsche Bahn la Renfe alemana es la compañía más importante del mundo en cuanto a trenes y la de autobuses más grande de Europa también es alemana.

¿Se siente totalmente integrado en el país?
— Sí, mi pareja es alemana y aunque el idioma, después de casi siete años, me sigue resultando difícil hablarlo perfecto, ahora ya puedo conversar bien, entiendo su cultura y hasta en algunas cosas me parece que estoy ya alemanizado, porque casi me resulta más normal cómo las piensan los alemanes que los españoles, aunque todavía hay otras que no, claro. Por eso decía que estar fuera te muestra diferentes puntos de vista. Siempre me sentí bien recibido, incluso los alemanes conocen bastante las islas, y las diferencian. A mi llegada a Hamburgo cuando estaba intentando mejorar mi alemán era un poco frustrante ¡todo el mundo habla inglés!, lo hacían con toda la buena intención del mundo pero me costaba esfuerzo practicar. Es una ciudad muy cosmopolita, la gente muy abierta, y la empresa Airbus tiene personal de todo el mundo, mucha gente joven y una plantilla internacional. Después, cuando empecé con Travelinho, a finales de 2016, volví a instalarme en Frankfurt.

Algunos profesionales emigrados con la crisis se plantean regresar a España, ¿usted lo haría?
— En realidad ahora voy y vengo a Holanda por razones personales. Puedo trabajar donde quiera, solo necesito un portátil y conexión a internet, es lo práctico. Cambiar de lugar no sería ningún problema, es una posibilidad.

Ahora que visita a menudo Rotterdam, ¿que destacaría como atractivo?
— Rotterdam es una ciudad bonita, moderna, mucho más pequeña que Hamburgo o Frankfurt, y lo que me encanta es el uso de la bicicleta. El funcionamiento del tren es fantástico y por ejemplo si quiero viajar a Ámsterdam me voy con la bici a la estación, allí hay un parking subterráneo en el que caben 8.000 bicicletas, y se necesita, a veces está muy lleno, porque aquí todo el mundo va en bici.

Cuando viaja, ¿qué le falta de la Isla?
— Sobre todo la familia y el sol, que hace dos o tres días aún iba con jersey y tenía frío.