La científica Maria Bauzà durante su intervención ayer en la plaza de la iglesia de Es Mercadal . | Sergi Garcia

TW
4

La científica y roboticista Maria Bauzà abrió ayer el ciclo de tertulias de Es Mercadal. La menorquina y actual residente en Boston es licenciada en Matemáticas e Ingenieria Física por el Centro de Formación Interdisciplinaria de la Universidad Politécnica de Cataluña, fue becada por Obra Social la Caixa para seguir su formación en el Massachusetts Institute of Technology (MIT) y se encuentra realizando en este último centro un doctorado en Robótica e Inteligencia Artificial. Con este brillante currículum fue presentada por el regidor Damià Coll.

Bauzà demostró desde el principio una clara intención de cambiar la percepción que existe, hoy en día, de los robots. La investigadora empezó explicando el concepto de robot, aclarando que puede englobar desde un dron a un roomba -el aparato de limpieza que se utiliza en muchas viviendas-, y no solamente, el «típico» robot que habla y que tiene pies y cabeza.

Continuó la ponencia hablando de las propiedades de los robots actuales. «Mecánicamente ya son capaces de hacer cualquier cosa. Son precisos, rápidos y tienen fuerza», aclaró. En cambio, la ciutadellenca añadía que todavía «hay algo que les falta a los robots, que es la parte inteligente». De hecho, en esta última faceta centra Bauzà sus investigaciones en el MIT. «Les falta saberse adaptar a situaciones no programadas y a cambios inesperados. En definitiva, tener capacidad de reacción», aseguró. Como ejemplo, la científica, mostró una imagen con una gran cantidad de robots bailando a la vez. En la siguiente imagen, mostraba a dos de los robots caídos. «En este caso, los robots del suelo, eran incapaces de levantarse, ya que estaban preprogramados y que se cayeran no estaba previsto», explicó. En este sentido, señaló que los coches automáticos son el primer ejemplo de robot inteligente, ya que son capaces de detectar el movimiento de una persona o de aparcar solos, ya que se adaptan al espacio y a la situación.

Por último, Bauzà habló sobre cómo afecta la robótica en la sociedad, reivindicando dos conclusiones muy claras. La primera, es que es muy importante que sepamos diferenciar como presentan los robots en la ficción de como son en la realidad. «El progreso tecnológico es lento, de modo que las personas tenemos tiempo para adaptarnos a los cambios tecnológicos. En cambio, en la ficción nos hacen creer que va a haber un cambio brusco y repentino», aclaró.

Útiles en el futuro
La segunda y también, perfectament explicada, es que las estadísticas demuestran que en un futuro habrá más gente mayor que gente joven y, por lo tanto, los robots podrian ser útiles para garantizar la independencia de los primeros. «Faltarán manos para cuidar a los mayores y los robots tendrán un trabajo importante en este sentido», aseguró.

Por último, considera que en el caso de que éstos eliminen lugares de trabajo, serán aquellos más repetitivos y mecánicos, lo que ayudará a que las personas tengamos trabajos más enriquecedores, «donde haga falta razonar». Con lo cual, Bauzà concluyó que, en el caso de que se produzcan cambios, serán positivos y, por lo tanto, «es necesario que empecemos a ver a los robots con más ilusión, en vez de con tanto miedo».