Varias fincas de la zona occidental de la Isla. Los precios oscilan entre los 800.000 y los tres millones de euros. | Josep Bagur Gomila

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Menorca ha cerrado el primer semestre del año con un balance de 225 operaciones de compraventa sobre suelo rústico, una cifra récord en el ecuador del año, al menos desde el año 2007, al que se remontan las estadísticas oficiales que permiten discernir entre la naturaleza de las fincas. Este año en la Isla se están firmando una media mensual de 37,5 transmisiones de propiedad en rústico, una estadística que incluye no solamente los tradicionales llocs, sino también otras propiedades menores como las viviendas de núcleos ubicados en zonas catalogadas como rurales.

En los últimos dos años la venta de llocs a inversores foráneos provoca un goteo de noticias que tienen su reflejo en las estadísticas del Instituto Nacional de Estadística (INE), pero desde el sector inmobiliario aseguran que esas operaciones, aunque efectivamente viven un boom en los últimos años, no explican por sí mismas esos elevado número de transmisiones de propiedad: «Las operaciones en suelo rústico hay que entenderlas en un sentido más amplio», explica Xisco Pons, gerente de Bonnin Sanso, quien apunta a los chalets que están en zonas rústicas e incluso a la compraventa de tanques o casas de aperos como elementos que engrosan la estadística.

No obstante confirma que efectivamente también tiene que ver el hecho que «desde hace tres o cuatro años se están vendiendo muchos llocs después de años en que el mercado estaba parado».

Asegura que el perfil mayoritario de los que están comprando fincas rústicas que van de los 800.000 euros a más de tres millones es el de españoles y franceses con intereses muy diversos entre los que destaca los que quieren continuar con las explotaciones agrarias. En cuanto a los vendedores, describe el perfil: menorquines que heredaron las fincas y que, por su elevado coste de mantenimiento, se quieren desprender de ellas, aunque también hay inversores que compraron para especular y ahora sacan rédito.

Durante el primer semestre del año esas 225 transmisiones de propiedad en rústico han representado el 8,2 por ciento del conjunto de operaciones. El resto de compraventas, 2.497, se han registrado en fincas de naturaleza urbana. El número de operaciones en pueblos, urbanizaciones, polígonos industriales, etc. ha crecido un 17,5 por ciento en relación al primer semestre del año pasado. La venta de viviendas es mayoritaria en ese grupo, con un balance semestral de 1.004, un 5,7 por ciento más que hace un año.

Menorca es la única isla donde la compraventa de viviendas sigue creciendo, aunque un ritmo mucho menor que en los dos años anteriores.