Un pensionista se informa sobre los destinos a los que viajar en una de las oficinas de Viatges Magon en Maó. | Gemma Andreu

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Arranca una nueva temporada para el programa de turismo social del Imserso y vuelve a aflorar un antiguo problema, la escasa rentabilidad para los hoteleros que se animan a mantener sus puertas abiertas unos meses más o a adelantar su apertura para alojar a los pensionistas. Y es que el programa tiene un doble objetivo a veces difícil de casar. Por un lado, facilitar la incorporación de las personas mayores –sobre todo a aquellas con menores ingresos– a las corrientes turísticas y, por otro, paliar los dañinos efectos de la gran estacionalidad de la actividad turística en las cifras de empleo.

En Menorca son seis, los mismos que el año pasado, los establecimientos que, en distintos periodos y con mayor o menor disponibilidad de plazas– se suman al programa del Imserso: el Club Almirante Farragut (Ciutadella), los dos hoteles que forman Club Hotel Aguamarina (Arenal d’en Castell) –los mencionados arrancan en octubre–, el Hotel Sur Menorca (Sant Lluís), el Cala Blanca Sun Hotel y el Cala Galdana, que se incorporarán entre febrero y marzo del año próximo.