La tarifa social alivia la factura de una serie de colectivos vulnerables, como los pensionistas. | Josep Bagur Gomila

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En dos semanas habrá desaparecido para siempre el antiguo bono social, la ayuda que alivia la factura de la luz a aquellos consumidores que tuvieran contratada una potencia inferior a tres kilovatios hora, los parados de larga duración, los pensionistas, familias numerosas y aquellas que tuvieran a todos sus miembros en situación de desempleo. Desde que entró en vigor el nuevo modelo y hasta el 8 de octubre, cuando acaba el periodo para renovar el bono, conviven los dos tipos de tarifa social. No obstante, aquellos que no hayan tramitado la renovación la perderán y verán cómo sube el importe de su factura.

En estos momentos, y según la información facilitada por Endesa, hay 2.875 unidades familiares en Menorca (34.912 en toda Balears) que están acogidas a la tarifa social en la factura eléctrica y la tienen en vigor. No se han facilitado datos de cuántos usuarios están acogidos a la ayuda mediante el antiguo bono social y cuántos mediante el nuevo.

No obstante, la eléctrica ya advierte de que a partir del próximo 9 de octubre (siempre que el Gobierno no amplíe de nuevo el período) habrá varios titulares que dejarán de percibir el descuento en su factura de la luz. Puede ser que cumplan las condiciones que estipula el nuevo bono social pero que no hayan solicitado su renovación, o puede que queden fuera y sin acceso a la ayuda al no cumplir las condiciones que marca el nuevo modelo. En el primer supuesto, el titular podrá solicitarlo de nuevo y volverá a percibir la bonificación.

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