Montse Seijas ante la cárcel de Palma. | MS

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La diputada en el Parlament del Grupo Mixto Monsterrat Seijas, reivindica la necesidad de crear un módulo específico para mujeres en el Centro Penitenciario de Menorca.

Con el fin de reflejar la realidad de las reclusas menorquinas que han de ser trasladadas a otra cárcel, Seijas hace visible el caso de una de ellas, a través de su cuenta de Twitter, donde expone que se ha desplazado hasta la cárcel de Mallorca para visitarla.

Un caso que ya fue manifestada por la diputada en el Parlament el pasado mes de septiembre, «para poner rostro y nombre al drama de las reclusas menorquinas» y para instar al Gobierno a dar una solución que haga efectiva la igualdad entre hombres y mujeres en los centros penitenciarios de Balears.

«No es justo que las presas menorquinas deban pagar un precio más alto», apunta Seijas, refiriéndose al hecho de que deban estar reclusas y alejadas de su lugar de residencia y de donde se encuentran sus familiares, suponiendo un agravio en su condena. «Nos encontramos en una Isla separada por mar, lo que complica la relación entre familias y presas», señala, algo que ella misma ha comprobado para desplazarse hasta Mallorca a realizar la mencionada visita, no solo por los costes que supone, sino también por una cuestión horaria y de tiempo efectivo.

Además, recuerda que el pasado mes de marzo el socialista senador Francesc Antich, presentó una Enmienda, que fue apoyada por el Partido Popular, para solventar la carencia del módulo para mujeres en la cárcel de Menorca, sin que, a día de hoy, haya ninguna actuación prevista.

Catorce meses

C.R. la mujer menorquina de 70 años, visitada por Seijas el pasado sábado, lleva catorce meses en el Centro Penitenciario de Mallorca, cumpliendo condena por un delito de estafa digital que, según la diputada, no cometió. Al parecer, habrían utilizado sus datos personales y cuentas bancarias para realizar la citada estafa en Zaragoza, siendo ella víctima de un engaño. Así lo confirman, también, fuentes familiares.

Independientemente de los hechos, lo cierto es que tanto para C.R., a quien todavía le faltan por cumplir ocho meses de pena, como para sus cinco hijos, la condena está siendo más difícil dada la inexistencia de este módulo. «Estar lejos de tu familia y de tu gente es un handicap muy importante en cualquier situación y en el caso C.R. con más agravio si cabe», concluye Seijas.