Imagen de una reciente reunión entre el Govern y representantes de Illes per un Pacte

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«Parece que en el Parlament balear no han entendido nada». El tuit de Illes per un Pacte es la elocuente respuesta al informe que emana de la ponencia para el estudio del documento que este colectivo entregó a la cámara autonómica para que iniciara su andadura hacia su conversión en una ley de consenso para regular el funcionamiento de las aulas.

En Menorca, donde se gestó el proyecto allá por 2013, la decepción es mayúscula. Desde los representantes del colectivo en la Isla de momento no hay pronunciamiento público, se dará a conocer dentro de unos días para detallar su tristeza ante el resultado de la ponencia. Aún así, algunas voces activas del colectivo, a título particular, señalan que se sienten defraudados por el texto, y que esto es lo que ocurre cuando mete mano la política en la educación, y que esto es precisamente lo que querían evitar.

Desde la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Menorca, Isabel Carnero, explica que el asunto se debatirá en la próxima junta, pero a título individual comparte la visión crítica y de decepción que ya han manifestado al respecto sus compañeros de Mallorca.

El documento resultante de la ponencia queda muy lejos de un texto de consenso con visos de generar un pacto entre las principales fuerzas parlamentarias. Sobre el texto presentado por Illes per un Pacte, lo tachado, que se corresponde con lo que genera alguna divergencia, es mucho. Y en aspectos relevantes, nucleares. Més per Menorca es la única agrupación que no realiza aportaciones, asume el documento de Illes per un Pacte. PP y Podemos son los que más objetan, en cuestiones como la función del docente, la lengua o la regulación de los órganos de participación de la comunidad educativa.

El diputado de Més per Menorca Josep Castells, integrante de la ponencia y quien más ha presionado en la Cámara por el pacto educativo, resta trascendencia al informe resultante de la ponencia. «No cambia tanto como parece, en muchas de las cosas tachadas hay acuerdo mayoritario», incluso con aportaciones en la línea de Illes per un Pacte. Eso sí, reconoce que formalmente es un documento «muy confuso». Castells ve el problema en el or igen, en la elección de la vía de la ponencia deliberativa, «no se ha propiciado una negociación profunda y seria, la ponencia es políticamente irrelevante».

Habrá que ver, además, qué coincidencia existe entre el resultado del borrador de la futura ley educativa balear que pueda estar elaborando la Conselleria de Educación de cara al final del mandato y el informe de la ponencia. Cabe recordar que la Conselleria debería negociar con unos sindicatos, como STEI y los generalistas, que tampoco comparten los contenidos de la propuesta de Illes per un Pacte.