La conferencia, celebrada el viernes en el Club Nàutic de Ciutadella

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«Es más fácil culpabilizar a los navegantes de la destrucción de la posidonia que solucionar el vertido de aguas residuales y fecales al mar desde las depuradoras». Esta es una de las conclusiones que planteó Gabriel Dols, presidente de la Asociación de Navegantes de Balears, ponente de la conferencia «La posidonia, el medio marino y los navegantes», organizada el viernes por el Club Nàutic Ciutadella.

Dols mostró la oposición del sector náutico al Decreto de Posidonia aprobado por el Govern por diversos motivos: por la ausencia de diálogo para su aprobación, por la falta de estudios técnicos que avalen la nueva normativa y «por politizar un tema medioambiental en contra de los navegantes». A su juicio, el decreto «limita los usos de la costa, cuando la ley garantiza el uso público, libre y gratuito del dominio público».

El presidente de la Asociación de Navegantes remarcó que «la verdadera amenaza» de la posidonia son los emisarios de las depuradoras, que vierten sobre las praderas de esta planta marina aguas residuales y fecales, y la salmuera de las desalinizadoras. «No puede criminalizarse solo a los navegantes, quienes somos los primeros interesados en conservar el medio marino», afirmó. En este sentido, destacó que la mayoría de las depuradoras no cumplen con los requisitos ambientales y señaló que en Menorca solo hay dos emisarios autorizados y el resto se encuentran fuera de ordenación, como ocurre en el resto de Balears.

En los mismos términos se expresó otro de los ponentes, Miguel Suñé, presidente de la Asociación de Clubes Náuticos de las Islas, quien lamentó «que se utilice el decreto de posidonia para criminalizar a nuestro sector, cuando los navegantes somos los principales protectores de la posidonia».

Señaló que el decreto «era totalmente innecesario porque hace muchos años que está prohibido fondear sobre posidonia, bastaba con aplicar la ley». Suñé afirmó que el decreto «penaliza el sector náutico y se olvida de lo que realmente está destruyendo las praderas de posidonia». Tanto Suñé como Dols lamentaron que la administración no cumple sus deberes en la puesta a punto de las depuradoras: «No tendría que vertirse ni un litro de agua depurada al mar, bien tratada debería reutilizarse toda», apuntó Suñé, quien argumentó que las embarcaciones de recreo no son las culpables del verdadero exterminio de la posidonia.

En el acto también participó Joaquín Salvador, responsable de del Servicio de Seguridad y Salvamento de Playas de la Policia Local de Ciutadella. El agente explicó su experiencia en el control y vigilancia en la costa. «Cualquiera puede denunciar una embarcación fondeada sobre posidonia. El protocolo establece que el 112 avisa a la Policia Local, que no tiene competencia y hay falta de medios puesto que hay pocos agentes de medio ambiente en la Isla», informó. Salvador se mostró partidario de ofrecer mayor información a los navegantes sin experiencia que alquilan embarcaciones en verano para evitar fondeos sobre las praderas.

Otra de los ponentes fue Maria Elena Cefalí, bióloga marina y coordinadora de la Estació Jaume Ferrer de La Mola en Maó. La investigadora explicó el importante papel de la posidonia en la conservación del ecosistema marino y en la calidad de las aguas del litoral de Menorca.

El acto también contó con la presencia del presidente del Club Nàutic de Ciutadella, Rafel Torrent, quién presentó a los ponentes, además de directivos y socios de la entidad.