El IME presentó este sábado las conclusiones sobre el estado de la Reserva de Biosfera cuando se cumplen 25 años de la declaración

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Se ha avanzado en lo teórico, pero no en lo práctico. Es a grandes trazos la conclusión de las jornadas sobre los 25 años de Reserva de Biosfera. Hay más esfuerzos de investigación para detectar los problemas, ha aumentado el nivel de debate y la concienciación social y se han diseñado hojas de ruta, pero los resultados no son todavía visibles en la práctica, según alertaron este sábado desde el Institut d?Estudis de Menorca (IME), en la clausura de unas jornadas que han servido para evaluar los últimos cinco años en términos de sostenibilidad y para plantear los retos del próximo lustro.

Los principales indicadores muestran que «no se ha conseguido superar la contraposición entre el desarrollo económico y la conservación de los recursos naturales», la definición de sostenibilidad, asegura el preámbulo del decálogo de propuestas en que se condensan el fruto de las jornadas. Los principales desafíos de futuro son precisamente los campos en los que menos se ha avanzado: la mejora de todas las fases del ciclo del agua y la transición energética hacia las renovables. No se ha producido una mejora significativa en las infraestructuras hídricas, se mantiene el nivel del consumo, no hay nuevas instalaciones de renovables y la producción no pasa del pírrico umbral del tres por ciento.

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