La presentación de los presupuestos ha ido a cargo de la alcaldesa Conxa Juanola y de los concejales Héctor Pons y Jordi Tutzó.

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El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Maó ha presentado este miércoles el proyecto de presupuestos para el año que viene, que en el capítulo de ingresos asciende a 39,4 millones de euros, un 7,5 por ciento más que el presupuesto inicial de 2018, y en el de gasto, a 36,8 millones, un 2,3 por ciento más. El incremento de los ingresos responde a la aplicación de la ley de racionalización y sostenibilidad local, que prevé una financiación del Govern del la totalidad de los servicios sociales que prestan los ayuntamientos, aunque desde el consistorio, como en años pasados, tienen muchas dudas de que se vaya a recibir, por los que han optado “por un prudencia de realismo y prudencia”, no gastar esos 2,5 millones de euros de diferencia.

En el capítulo de gastos destaca que, pese al incremento previsto, el capítulo de inversiones directas desciende casi un dos por ciento, hasta los 3,05 millones de euros. Desde el consistorio defienden que a esa partida hay que sumarle el capítulo de transferencias de capital, que aumenta un 22,3 por ciento hasta los 1,46 millones de euros. En ese aparatado se incluyen los 7000.000 euros que el ayuntamiento aportará como primer pago de los convenios con el Govern y el Consell para la reforma de la Sala Augusta como nuevo reformatorio y la nueva residencia geriátrica del antiguo cuartel de Santiago.

Desde el consistorio han destacado que, aunque no aparecen en los presupuestos, el año que viene se reflejará el trabajo del equipo de gobierno para lograr inversiones de otras administraciones, entre las que se incluyen los 18 millones comprometidos para los dos proyectos mencionados. En ese sentido están a la espera de la ejecución de las obras del ascensor del parque Rochina, que prevén que empiece a construirse a finales de enero, las nuevas viviendas sociales del Ibavi en el municipio, las reformas del IES Joan Ramis y del antiguo hospital Verge del Toro.

Entre las inversiones directas previstas se incluyen un millón de euros para la reforma de calles, urbanizaciones y mejoras en la vía pública, 750.000 euros para edificios y equipamientos municipales, de los que destacan 500.000 para adecuar el nuevo espacio para la Brigada Municipal y la Policía Local, una vez tengan que abandonar el cuartel de Santiago. Otros 550.000 euros serán destinados a inversiones de carácter medioambiental, proyectos de agua e inversiones de ahorro energético como la instalación de placas solares en los tejados de las ‘escoletes’ de Cap de Creus y Sant Climent.

La alcaldesa de Maó, Conxa Juanola, ha destacado que las cuentas reflejan los compromisos adquiridos y que priorizan la atención social y la reactivación económica, además de inversiones derivadas del modelo de ciudad, además de subrayar que el nivel de endeudamiento se situará por debajo del 15 por ciento antes de que finalice el año próximo.

Por su parte, el primer teniente de Alcaldía, Héctor Pons, ha puesto énfasis en que se trata de unos presupuestos “realistas y prudentes” y que no reflejan los grandes esfuerzos realizados para cerrar los acuerdos necesarios para la recuperación de edificios emblemáticos de la ciudad a través de inversiones de otras administraciones.