Imagen de archivo de dos aviones que conectan el Aeropuerto de Menorca con ciudades británicas

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La posibilidad de que el Gobierno británico acelere una salida de la Unión Europea sin pacto ante el bloqueo parlamentario engrosa las dudas que ya planeaban con respecto a las reservas de este mercado para el próximo verano en Menorca. El comportamiento es lento y las percepciones en estos momentos no son halagüeñas. Todo apunta a una nueva bajada en el número de británicos que decidirán pasar sus vacaciones en la Isla. Este año han llegado 60.000 turistas británicos menos. El sector se muestra preocupado y habla de incertidumbre para la próxima temporada, tal como confirma el presidente de Aviba en Menorca, Llorenç Pons.

A este ambiente enrarecido hay que sumar las noticias que los medios británicos publican y que generan más dudas sobre las consecuencias de este proceso. Medios como «The Times» informan de que en caso de acelerarse un brexit sin acuerdo, se va a recomendar a las familias y en virtud del plan de contingencia que se prepara, que no reserven sus vacaciones en Europa hasta el 29 de marzo, día de la desconexión.

En caso de confirmarse este supuesto con una fecha que está a las puertas de la temporada turística, supondría para Menorca un grave varapalo en cuanto a la programación turística. Un frenazo en toda regla sobre unas percepciones que ya no transmiten buenos augurios. El periódico informa que altos cargos barajaron esta advertencia y sus consecuencias sobre la industria de la turoperación. La medida debía ser discutida en una reunión que Theresa May acabó anulando. Pese a ello, otros medios informan que el gobierno niega tajantemente dicha recomendación. Sea o no cierta la advertencia, el temor y las dudas están ya en la calle.

Llorenç Pons considera, sin embargo, que el ciudadano británico se querrá ir de vacaciones igualmente, por lo que este anuncio puede tener consecuencias pero no serán nada dramáticas. Seguirán reservando su paquete.

Pons es cauto. Es todavía pronto. Se trata solo de percepciones pero el comportamiento de las reservas es lento. Fitur será clave para esclarecer el panorama y tener una visión más clara. Agrega que la mayor caída se prevé principalmente y al igual que ha ocurrido este año, en la llegada de británicos que lo hacen sin paquete turístico.

La excepción: Jet2 aumenta las ventas un 30 por ciento

El turoperador Jet2 se desmarca de esta circunstancia de ralentización de las reservas y dibuja una línea ascendente en cuanto a su presencia en la Isla. Este mayorista ha previsto un incremento de plazas del 20 por ciento para la próxima temporada en Menorca. Y además, el ritmo de reservas se acelera. Según explica la compañía, la cifra de turistas que han reservado ya sus vacaciones en Menorca está un 30 por ciento por encima de las ventas que había en el mismo momento del año pasado.

Además, el mayorista apunta que el brexit no preocupa, y las cifras avalan esta realidad. No sabe qué ocurrirá con este panorama que se presenta para marzo del año que viene, pese a ello, no le asustan las expectativas, de ahí que siga apostando por incrementar el número de plazas, no solo en Menorca sino en varios enclaves españoles. El mayorista está convencido de que el británico no dejará de ir de vacaciones por esta situación y «a algún sitio van a ir». De ahí este mantenimiento de sus destinos para el turista británico. Su posicionamiento es que «al no saber qué va a ocurrir con el brexit, no nos vamos a preocupar antes de hora, cuando ocurra y conozcamos sus consecuencias, ya veremos, ya tomaremos una decisión».

Este pensamiento del turoperador le ha llevado a un comportamiento contrario al resto de mayoristas que han decidido quitar aviones en España para derivarlos a enclaves como Turquía o Grecia.

Pese a esta situación tan halagüeña que perfila este turoperador, la suma de las realidades que viven los distintos mayoristas que operan en la Isla da un saldo negativo de llegadas de turistas británicos, tal como demuestran las cifras de este pasado verano.

Por otra parte, el Consell ya anunció en su día que «seguirá trabajando para mantener el peso del mercado británico en la industria turística menorquina». Sin embrago, el descenso de un mercado tan potente como el británico para Menorca ha abierto, considera el Ejecutivo insular, una oportunidad para diversificar los mercados emisores y reducir la dependencia de un mercado sobre el que reina la incertidumbre.