Paco Tutzó saluda a Margot Sastre a las puertas del juzgado antes de empezar el juicio celebrado en diciembre | Javier Coll

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El final definitivo del pleito judicial promovido por Quesería Ibérica contra Quesería Menorquina y sus directivos ha traído tranquilidad a la planta mahonesa. «Nos da seguridad para seguir trabajando y apuntalar un proyecto que en 2011 estaba llamado a desaparecer y, sin embargo, hemos logrado levantar y mantener la producción y, lo que es más importante, los puestos de trabajo», señala Paco Tutzó.

La sentencia fue rápida y dejaba pocos resquicios para presentar recurso por parte de Adolfo Pérez, el promotor de la demanda, según han interpretado fuentes jurídicas. El propio Pérez había manifestado su intención de no recurrir la resolución del magistrado Fernando Pinto nada más conocerla por cuanto no habría servido más que para demorar el conflicto y ahondar en el distanciamiento entre dos firmas que, en origen, habían buscado apoyo mutuo.

La confianza se quebró al conocerse la situación patrimonial de la empresa palentina y el 16 de febrero Menorquina comunicó que no seguía adelante con el acuerdo de colaboración firmado entre ambas empresas. Esa ruptura unilateral propició la demanda por parte de Ibérica.

Sin embargo, el comité de empresa de Menorquina decidió apoyar la continuidad del acuerdo por cuanto incluía un modelo de negocio con mejoras tanto laborales como de viabilidad. Parte de la plantilla se mostró contraria y favorable a la ruptura, lo que provocó fragmentación en la unidad de acción de la parte laboral.

Recuperar la unidad de la plantilla y de la dirección es ahora uno de los retos inmediatos de la empresa, «porque la necesitamos para trabajar con más confianza, mantener viva la compañía y mejorar en todos los ámbitos», agrega Tutzó.

Ha sido solicitado un certificado de sentencia firme a través de la procuradora y la dirección informará a los trabajadores de la nueva situación, aunque estos ya la conocen. Margot Sastre, del comité de empresa, lamenta que se haya considerado «inviable el proyecto de fusión» de Ibérica y Menorquina.

Desde su punto de vista, se ha abierto un compás de espera en la plantilla y ya han solicitado una reunión con la dirección para conocer los resultados económicos y de actividad del año recién terminado. Asimismo, solicitarán que Menorquina presente un plan de viabilidad, una vez desechado el que había planteado Adolfo Pérez.

Asegura, que por parte del comité se velará por el cumplimiento de la ley la defensa de los puestos de trabajo.