La Associació de Veïns Sa Colàrsega ha puesto en marcha una recogida de firmas a favor de la construcción de un puente entre Sa Quintana y Ciutadella.

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La propuesta del nuevo Plan General (ahora en fase de exposición pública antes de aprobarse de forma definitiva) de construir dos ascensores para acceder al puerto de Ciutadella, ha reavivado el debate sobre cómo acabar con el aislamiento del barrio de Dalt Sa Quintana, separado del centro histórico de la ciudad por la desembocadura del mismo.

La primera reacción a este planteamiento ha venido por parte de la Associació de Veïns Sa Colàrsega, que firma un comunicado en el que asegura que «la instalación de ascensores no es la solución que el barrio necesita». Una opinión que, además, respaldan la mayor parte de los vecinos de Dalt Sa Quintana consultados por este periódico.

El Plan General ubica un ascensor a cada lado del puerto. Uno en la plaza de Es Born (cerca del Ayuntamiento) y otro en el aparcamiento de la antigua terminal portuaria, con el objetivo de facilitar la conexión de la zona con el centro de Ciutadella. Sin embargo, la ubicación del segundo es completamente errónea según el parecer de los encuestados.

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«No simplificaría en absoluto el desplazamiento, lo alargaría. Está lejos del centro del barrio», señala la secretaria de la asociación vecinal, Josefina Egea. Es por ello, que consideran que no resolvería los problemas para las personas mayores o con movilidad reducida. «Iría bien para que los que quieran acceder al puerto aparquen allí. Si ese es el objetivo, ningún problema, pero no sirve para acercar el barrio», señala.

Puente peatonal

En vez de ascensores, para eliminar la «barrera física, social y psicológica» que supone el puerto para el barrio, esta asociación vuelve a poner sobre la mesa una antigua propuesta que consiste en la construcción de un puente peatonal. Una solución para ellos «más efectiva y a la larga económica». De hecho, en Dalt Sa Quintana se está llevando a cabo una recogida de firmas para que esta alternativa se valore y coja fuerza. «Que los técnicos señalen la ubicación más adecuada», propone Josefina Egea, «existe un antiguo proyecto en algún rincón del Ayuntamiento».

En cualquier caso, la decisión de impulsar o no la propuesta de los ascensores será del equipo de gobierno que salga de las elecciones municipales de mayo.