Imagen del estand balear en la Feria Internacional de Turismo de Madrid, que este miércoles vivió su primera jornada

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Fitur, la primera gran feria turística del año, no está sirviendo para despejar dudas sobre la próxima temporada, sino todo lo contrario, para alimentarlas. Incertidumbre es la palabra estrella de un certamen que ?salvando la huelga de taxistas? está fuertemente marcado por el brexit, por la incógnita sobre lo que ocurrirá más allá del mes de abril, que hace que ni siquiera la Oficina Española de Turismo en Londres se anime a realizar una predicción sobre la llegada de turistas. Nadie duda de que las reservas están cayendo, pero la prudencia se impone a los porcentajes.

El nivel de reservas en los hoteles fluctúa día a día, pero hasta el momento siempre bastante por debajo del registrado a estas alturas del año pasado, según explica la gerente de la Asociación Hotelera de Menorca (Ashome). El sector hotelero menorquín no considera que mercados como el francés, el portugués o el italiano vayan a servir, ni tan siquiera todos juntos, para compensar el previsible descenso de las llegadas desde el Reino Unido y temen que, en un año electoral, el mercado nacional se contagie del miedo al futuro. La «preocupación» también se extiende al mercado alemán, que está pinchando notablemente en algunos establecimientos, aunque es pronto. Hay que esperar.

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