Carmela Sánchez (Amics Punta Nati), Ángel Roca y la abogada Patricia León (Martí i Bella), y Anna Bagur (Lithica) | Sergi García

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Las entidades que reivindican una mayor protección de la zona de Punta Nati, donde se prevé la ampliación del parque solar de SonSalomó, confían que la Justicia acabe paralizando el proyecto para ampliar la planta fotovoltaica. Es la última baza que les queda después de que el Consell y Govern haya facilitado, primero con el inicio de la declaración de zona BIC excluyendo el área donde se prevé ampliar el parque solar y, después, con una modificación de la ley con la que se permitirá saltar el Plan General de Ciutadella y no haga falta la licencia de actividad.

La Societat Histórico-Artística Martí i Bella, arropada por la Fundació Lithica y Amics de Punta Nati, presentó el pasado diciembre un recurso administrativo contra la declaración BIC «excluyente» ante el juzgado número dos de la Sala de lo Contencioso Administrativo de Palma. Un recurso, que el pasado 20 de febrero fue admitido a trámite.

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La abogada de la entidad, Patricia León, explica que el recurso lo que busca es que se dé por iniciado «por silencio administrativo» la declaración BIC anterior, con la que se preveía proteger una mayor parte de la zona de Punta Nati, acorde con las directrices del PTI. Argumenta que la Martí i Bella desde septiembre 2013 lleva solicitando el inicio del procedimiento, y a lo largo de estos más de cinco años ha presentado numerosos escritos ante el Consell en este sentido. En agosto de 2016 se presentó una alegación en queja por falta de resolución a esta petición, en octubre 2017 se reformuló la solicitud y en abril de 2018 se presentó un recurso de alzada.

El presidente de la Societat Martí i Bella, Ángel Roca, tras rechazar «las acusaciones interesadas» de que no estén a favor de las energías renovables lamentó que se hable «el sacrificio necesario» y de que «el fin justifique los medios», unos «conceptos opuestos a la preservación de espacios protegidos». Destacó que este tipo de premisas «anulan y prostituyen los principios inspiradores de la Menorca Reserva de la Biosfera, hasta el punto que no sería nada extraño que pusieran en peligro tal declaración».

Sobre el proyecto de Son Salomó, Roca exige «adecuar el proyecto a la zona rústica no protegida que supondría alcanzar unas 50 hectáreas», y no 120 como la ampliación prevista. Incluso así ya les «parece desproporcionado dadas las dimensiones de la Isla». También cree que tras confirmarse que la promotora no tiene vinculación con la propiedad de Son Salomó, la administración podría dar facilidades a la empresa, «aprovechando el caudal de ayudas con las que Europa va a proporcionar a Menorca como zona piloto para el fomento de las energías renovables» para buscar otros terrenos donde no haya tanto patrimonio y con menos valor paisajístico para instalar el parque solar.