La lluvia destruyó el muro frontal pero la rehabilitación será integral | Gemma Andreu

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Richard Kane, gobernador británico de Menorca, ordenó construir hace 284 años S’Aljub en Es Mercadal, un enorme depósito de agua para darle un uso militar y abastecer a los soldados que iban de un lado a otro de la Isla en continuas misiones. Ese personaje determinante en la historia de Menorca enorgullecerá su legado a partir de la obra integral que la aportación de las instituciones va a permitir llevar a cabo en la histórica edificación de la localidad del centro de la Isla afectada por la tormenta de hace un año. Será una reforma, anunciada ayer, que perpetuará en el tiempo su utilización todavía vigente para la población de Es Mercadal, habituada a acudir a su grifería, especialmente los fines de semana, en busca del líquido elemento.

Derribado parte del muro perimetral de S’Aljub por la lluvia torrencial del 20 de marzo de 2018, el Ayuntamiento que preside Francesc Ametller, de acuerdo con técnicos, arqueólogos y restauradores optó por la vía de la reforma integral más allá de la reparación de la pared derruida.

El coste de la obra a realizar alcanza los 300.000 euros que saldrán de las arcas del Govern -150.000-, el Consell de Menorca y la propia Corporación -75.000 cada una de las dos instituciones- como explicaron ayer sobre la cubierta del depósito sus representantes, Marc Pons, conseller balear de Territorio, Energía y Movilidad, Miquel Àngel Maria, conseller de Cultura, y el alcalde Francesc Ametller.

Las obras se licitarán en un plazo de dos meses, de forma inmediata una vez se formalicen las aportaciones del Govern y el Consell, con lo que los trabajos de la empresa adjudicataria podrían estar en marcha durante el periodo estival y concluidos a final de año, explicó el alcalde. En todo caso, precisó que se trata de una obra compleja en la que pueden aparecer imprevistos.

Por el momento «se han realizado varias catas en la cubierta para comprobar si el depósito estaba afectado por dentro pero no lo está», indicó Ametller.

S’Aljub mantiene su cuba vacía desde que la tormenta derribara parte de su muro norte perimetral por indicación de los técnicos. La obra incluirá la reforma de la cubierta y del resto de paredes que refuerzan el depósito, así como de los conductos que facilitan el suministro del agua recogida por la lluvia a los vecinos.