El Plan General reduce a cero la posibilidad de construcción en algunas zonas de urbanizaciones como, por ejemplo, Cala Morell. | Gemma Andreu

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El Ayuntamiento de Ciutadella solo podrá dar licencia cada año a un máximo de 221 plazas de alojamiento para uso residencial y turístico en el conjunto de zonas turísticas del municipio. Así lo establece el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que se halla en exposición pública. Esto significa que, de aprobarse de forma definitiva y sin modificaciones, el Consistorio dejará de tramitar permisos de obra al agotar el cupo anual de plazas.

En este límite no se incluyen las nuevas plazas de alojamiento para uso hotelero que, en este caso, tendrán que adaptarse a las limitaciones impuestas por otras disposiciones de jerarquía superior, tal y como se especifica en el nuevo Plan General. Es decir, los hoteles quedan sujetos a la normativa que fija el Consell.

Se trata de la primera vez que un municipio de Menorca impone un cupo máximo para estos usos que, según el Colegio Oficial de Arquitectos de las Illes Balears (Coaib), no debería aplicarse. Así lo pone de manifiesto en el escrito de alegaciones a la revisión del Plan General de Ciutadella, presentado por la Demarcación de Menorca, en el que se indica que el artículo referido a este tema debería modificarse totalmente o eliminarse. «En la redacción actual se regulan cuestiones no propias de una revisión del PGOU y se invaden otras normativas y legislaciones», indican. «Debería ser más flexible», señalan.

Saturación y crecimiento
El presidente de este colegio profesional, Enric Taltavull, opina que debe tenerse en cuenta que «si en alguna parte debe haber facilidades de crecimiento es en estas zonas», donde el uso predominante es el turístico. «Así, estas zonas a pesar de ser turísticas se quedan sin posibilidad de crecimiento», afirma. Según Taltavull «debe valorarse si realmente existe una saturación», que motive esta limitación.

Además, el nuevo Plan General reduce o elimina el número de plazas que pueden darse de alta en una parcela turística en relación a la superficie del suelo (índice de intensidad turística) en algunas zonas de Cala Morell, Cala en Blanes (Torre del Ram y Cales Piques), Cala Blanca o Serpentona (el territorio de Cala Galdana que pertenece a Ciutadella), donde no se asigna ninguna plaza por metro cuadrado de uso turístico. En este sentido, los arquitectos avisan que habrá edificios que «quedarían fuera de ordenación» como por ejemplo en Serpetona, donde se encuentran complejos turísticos dados de alta para este uso. «Es absolutamente incongruente», incorporan en sus alegaciones.

Asimismo, también podrían quedar en el limbo urbanístico los espacios plurifamiliares combinados con comercios, bares y restaurantes, ya que en la revisión del PGOU se eliminan este tipo de usos complementarios al residencial. En otras palabras, la nueva normativa solo permitirá edificaciones unifamiliares (chalés) sin otra actividad.

Los arquitectos lo califican como «una irresponsabilidad» que supondrá «graves problemas y conflictos a un número desproporcionado de locales y negocios ya establecidos», relegándolos a «una situación alegal». Cuando, según justifican, «dejar elementos fuera de ordenación tan solo debe suceder en situaciones extraordinarias y justificadas».

En esta línea, Enric Taltavull plantea que si no hay un motivo claro para eliminar estos usos ya existentes (bares, comercios o restaurantes) «es mejor respetarlos». Asimismo, recuerda que en estas zonas también vive población residente que precisa unos servicios mínimos y de proximidad y que, por tanto, no deberían limitarse, exclusivamente, a un conjunto de viviendas. Desde el Colegio de Arquitectos de Menorca lo resumen como una «excesiva simplificación de usos en núcleos turísticos».