Zona donde se han alzado 40 centímetros «sin superar alturas colindantes» y que ha sido el principal motivo de la polémica. | Gemma Andreu

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Las obras para convertir el antiguo edificio de Correos de Alaior en un hotel de nueve habitaciones llevan nueve meses paralizadas. Fue en junio del año pasado por unas irregularidades que el promotor considera injustificadas, sin base técnica ni legal y con unas consecuencias desproporcionadas. Por su parte, el Ayuntamiento asegura que lo ejecutado no se corresponde con el proyecto por el que se obtuvo licencia y, de ahí que en base al informe técnico se tuvo que paralizar la obra.

El promotor explica que decidieron levantar «mínimamente 40 centímetros» el tejado de la zona de s’ull d’escala para poder instalar un ascensor. La actuación no estaba incluida en el proyecto pero «obtuvimos autorización verbal del técnico municipal». Solicitaron hace ocho meses una modificación de proyecto, según indica el promotor. Confiaba en abrir el establecimiento en agosto del año pasado.

El Ayuntamiento envió a la inspectora de obras tras recibir quejas de vecinos. Según la notificación el ascensor es legalizable, pero no se podía tocar la altura del edificio porque se trata de un inmueble protegido. Pero el promotor asegura que ni en el Ayuntamiento, el Consell ni el Govern tienen la ficha de protección.

Agrega que el edificio aparecía como protegido en un listado incluido en el PGOU de 1994, vigente ahora. Pero el Catálogo de Protección del planeamiento de 2009, que fue anulado, ya lo descatalogaba porque «cuando se instaló Correos en el año 1960 éste perdió su encanto». Su abogado y el arquitecto sustentan que cuando un planeamiento se anula, el Catálogo de Protección sigue vigente. «Y hay sentencias que fijan precedentes». Además, el PGOU de 1994 establece que deben de preservarse los elementos fundamentales y «el tejado no lo es».

Especifica también que la altura viene regulada por los edificios colindantes y «los que lo rodean son de altura superior». Añade el promotor que si el edificio estuviera catalogado hubiera tenido derecho a bonificaciones con las tasas municipales «y no fue así». Agrega que mientras que el listado de 1994 «inexplicablemente» no incluye edificios como la iglesia de Gràcia o la antigua biblioteca de La Caixa, el de 2009 sí los incluye. Agrega que la inspectora hace errores de ubicación del edificio. Y lamenta que el Ayuntamiento no conteste a documentos e instancias presentadas de solicitud de información. Es por todo ello que ha solicitado un expediente de nulidad de actuaciones.

Por su parte el Ayuntamiento de Alaior explica que quejas de vecinos motivaron la inspección. Y se detectó que las obras no se correspondían con la licencia otorgada, por varios asuntos, entre ellos, el ascensor. Tampoco cumplía con las medidas de seguridad en cuanto a trabajadores. «En la primera inspección ya se le notificó que debía paralizar las obras y al no hacerlo, volvieron las quejas al Ayuntamiento que motivaron una nueva inspección». Todo ello lleva a intuir que acabará en expediente sancionador.

El equipo de gobierno declina posicionarse al respecto. Asegura que es una cuestión técnica y si se detectan irregularidades deben subsanarse. «Y estas parecían subsanables», agrega. Tan solo concreta que su objetivo es que cuantos más hoteles se abran mejor será para el pueblo. Y agrega en este sentido que «gracias a la NTT han salido a luz varios agroturismos que darán puestos de trabajo y calidad turística».