La instalación de la costa sur mahonesa se inauguró hace más de doce años. | Gemma Andreu

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Ha pasado un año, quizás más, y la situación del proyecto para la construcción del emisario que permita poner en marcha la depuradora de Binidalí, inaugurada en febrero de 2007 pero todavía sin estrenar, es prácticamente la misma. Si en abril de 2018 estaba pendiente de recibir los informes de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, doce meses más tarde estos informes no han llegado, tal y como aseguran fuentes de la Conselleria de Medio Ambiente.

No obstante, y ante la posibilidad de que la demora de los informes se cronifique, desde la Comisión Balear de Medio Ambiente ya han iniciado las consultas necesarias para tratar de avanzar con el proyecto, ya redactado, sin contar con estos documentos procedentes de la capital del reino. La fórmula no es nueva. En febrero, este organismo tramitó la resolución de impacto ambiental de otro emisario, el de Ciutadella Norte, sin contar tampoco con informes del Gobierno central, preceptivos por adentrarse la infraestructura en el Canal de Menorca. Idéntico caso que Binidalí, sobre el que ahora la Comisión deberá decidir si sigue el mismo atajo o no.

La diferencia entre los dos casos es que el emisario de la depuradora de Ciutadella Norte se estropeó entre 2014 y 2015, y que el emisario de Binidalí está pendiente de construirse desde hace ya doce años, con lo que está parada una instalación que se considera necesaria. Ahora mismo es una infraestructura hídrica decorativa, de atrezzo.

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