Imagen de la finca Santo Domingo que se dedica a la siembra de frutas, verduras y hortalizas ecológicas | Gemma Andreu

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La agricultura amable con el medio ambiente reverdece. Lleva dos años de importantes incrementos. Y en 2018 batió su récord histórico en cuanto a hectáreas y número de operadores.

La compra de fincas por parte de inversores de fuera, más concienciados en la conservación del medio ambiente, ha sido uno de los motivos de este repunte. Así lo cree el presidente de la Asociación de Productores de Agricultura Ecológica de Menorca (Apaem), Bartomeu Pons, quien asegura que esta sensibilización por no contaminar el campo ha ayudado a que se viva uno de sus mejores momentos. Pero no es el único motivo. Para Pons, hay más demanda por parte del consumidor y el sector vislumbra un nicho de mercado a explorar, de ahí que haya crecido también el número de productores y elaboradores. Pons indica que la Fira Arrels ha demostrado esta mayor sensibilización del público. Y asevera que «Menorca es un enclave ideal, queremos avanzar hacia las energías renovables y la tierra también se tiene que renovar», agrega.

A pie de calle, esta percepción está dividida. Mientras que algunas fruterías consultadas aseguran que cada vez es mayor el número de personas que solicitan ecológico, hay otros puntos de venta que indican que «quien lo valora es la gente de fuera, en Maó no». Del mismo modo se posiciona un carnicero mahonés quien apunta que los menorquines no solicitan carne ecológica en líneas generales, mientras que los de fuera, en especial, los catalanes, sí la piden, aunque no la vende porque, dice, no le convence.

Según la memoria publicada por el Consell Balear de la Producció Agrària Ecològica de Balears relativa al ejercicio 2018, Menorca cuenta con 5.450 hectáreas dedicadas a este tipo de actividad. Representan 592 hectáreas más que el año anterior. Las 5.000 hectáreas se superaron durante los años 2010 y 2014. Luego hubo unos años de sequía porque dos fincas importantes de producción ganadera ecológica se dieron de baja por las dificultades a la hora de comercializar carne fresca.

Y ahora se ha recuperado el ritmo. Bartomeu Pons agrega que hay dos almazaras (tafones) en trámite de reconversión para la elaboración de aceite. Una ya comercializa, la otra está en proceso.

No pasa desapercibido el incremento que está rubricando el número de operadores (tanto elaboradores como productores) de agricultura ecológica. Nunca se había superado la barrera de los cien. Y ahora ya son 108. Destaca el repunte de elaboradores, es decir, aquellos titulares que transforman el producto. En un año se han sumado nueve hasta alcanzar los 43. Mientras que en cuanto a productores ha crecido en dos hasta los 65 (son los que producen sin transformar, como hortalizas, frutas o huevos).

El gran caballo de batalla de este tipo de actividad siempre ha sido el precio del producto en comparación con la agricultura tradicional. Pese a ello, desde Apaem aseguran que «en la Isla los precios son inferiores a los de la Península y cada vez se aproximan más a lo convencional, se están igualando», siempre dependiendo de la oferta y la demanda. Pese a ello, apuntan que «no es más caro, sino que es más costoso producirlo» a lo que agregan que «la calidad del producto y la reducción de la huella en el medio ambiente también deben tenerse en cuenta».

Ganadería

La ganadería ecológica tiene dificultades a la hora de establecer canales de venta y aumentar los lineales de carne fresca. Aunque se están buscando vías para impulsarlo. Indica Bartomeu Pons que está en estudio la apertura de una industria en Ciutadella que abriría el abanico actual. No obstante, las explotaciones ecológicas «tienen visión de futuro» ya que, pese a estas dificultades con que se topa el sector, Menorca sumó en 2018 seis fincas nuevas.

Apaem, junto a Unió de Pagesos, prepara un curso para finales de abril o principios de mayo para informar sobre el reglamento para incorporarse a la agroecología.