Imagen de archivo del centro de atención a la discapacidad y la dependencia en la calle Vives Llull de Maó. | Gemma Andreu

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El servicio de valoración de la discapacidad del Centro Base de Personas con Discapacidad y Dependencia de Menorca no ha quedado desatendido ni se ha paralizado pese a la falta de médico. Así lo asevera la Conselleria de Servicios Sociales y Cooperación del Govern en base al número de personas a las que se les ha reconocido una discapacidad en el último año. A finales del ejercicio 2018 la Conselleria que dirige Fina Santiago contaba con 4.453 personas, lo que representa 404 menorquines más que en el mismo momento del año anterior, cuando los ciudadanos que contaban con el certificado de discapacidad (tras haber superado todos los trámites de la valoración), era de 4.049 personas.

Estas 400 nuevas incorporaciones se refieren al saldo resultante entre las bajas y las altas producidas. Por lo tanto, los reconocimientos podrían ser más en caso de haberse producido bajas por defunción. O el hecho, por ejemplo, de que no haya habido fallecimientos también puede haber disparado las cifras y decantar la balanza. Puede haber varios factores que hayan influido en este incremento.

Hay que recordar que a mediados del mes de agosto del año pasado el galeno que ocupaba la plaza se fue. Y al no hallar médico que quisiera ocuparla, el servicio estuvo cinco meses del 2018 (y también este 2019) con un profesional de Mallorca acudiendo a la Isla una vez por semana.

En este sentido, el Govern indica que no todas las solicitudes dependen del galeno, hay algunos casos en que tan solo necesitan de la valoración del trabajador social o el psicólogo que, en este caso, no se acumulan retrasos. Por lo tanto, «el problema del médico ha afectado, pero de forma relativa».

Para paliar esta falta de médico, la Conselleria traslada una vez por semana a un profesional de Mallorca a realizar las valoraciones. Y actúa igual para el caso de Eivissa, que padece el mismo revés. Este hecho ha lastrado el funcionamiento del servicio en la isla mayor. Y así lo confirman las cifras facilitadas por la Conselleria. Mientras que Menorca ha visto crecer las valoraciones de discapacidad un 10 por ciento en un año, Mallorca también ha incorporado valoraciones pero con un crecimiento menor, tan solo del 4,8 por ciento. Se ha priorizado la atención a las islas de Menorca y Eivissa en detrimento de Mallorca para mitigar al máximo esta falta de médico. También puede haber influido el hecho de que se hayan producido defunciones.

Hay que recordar que la Conselleria de Servicios Sociales expide los certificados y acredita la discapacidad. Aunque no es el Govern el que asigna recursos. Con este certificado, la persona puede acceder a programas, servicios o ayudas que dependerán de una u otra administración, según el caso. A modo de ejemplo, las becas de escolarización dependerán de la Conselleria de Educación y la solicitud de un vado será un trámite municipal.

En base a los indicadores sociales que publica y actualiza mensualmente la Conselleria, la mayoría de las personas reconocidas padece una discapacidad física. Hay 3.533 personas con esta minusvalía. La discapacidad sensorial afecta a otros 1.726 ciudadanos y la psíquica a 821. Hay que puntualizar que una misma persona puede tener reconocido más de un tipo de discapacidad.