El aparcamiento ocupa una parcela en la nueva zona urbanizada de Dalt es Cós. | Javier Coll

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El nuevo aparcamiento de Dalt es Cós, en Maó, lleva ya unos días operativo mientras se ultiman las obras de urbanización de su entorno. Se trata de un parking de uso gratuito que se ha asfaltado, iluminado y acondicionado para poder albergar un centenar de vehículos a pocos pasos de una zona tan habitada como es la calle Borja Moll. El acceso es por la prolongación de la calle Febrer i Cardona, entrando por la Vía Ronda, mientras que la salida es hacia el Camí de Gràcia, para ir hacia la rotonda del cementerio.

Esta apertura del aparcamiento coincidirá en el tiempo, más o menos, con el inminente inicio de las obras de un nuevo edificio del Ibavi en la parcela de Cap de Creus, junto a la escuela infantil, que supondrá la eliminación de algo más de cincuenta aparcamientos. La primera piedra de este proyecto se colocó en febrero por parte de las autoridades, pero su puesta en marcha efectiva se ha ido demorando, en buena parte para no sacrificar estos aparcamientos sin tener listo el nuevo parking, lo que habría creado un perjuicio a vecinos y habituales de la zona.

En Santiago, casi

En paralelo, también están muy avanzados, a punto de ponerse a disposición de los conductores, los dos espacios habilitado como aparcamiento en la zona de los cuarteles de Santiago. En este caso se trata de 123 plazas en total. Durante los últimos días se han ido terminando los muros que delimitan estos solares, que se han acondicionado con un formato más provisional que el parking de Dalt es Cós. Estos aparcamientos están a pocos metros del barrio de Avenida Menorca, donde estacionar si pasar por caja es extraordinariamente complicado incluso durante los fines de semana.

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