Endesa mide sus propias emisiones con estaciones como esta . | J. COLL

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Desde que hace unos meses puso en marcha la campaña para reclamar un mayor control de las emisiones contaminantes de la central de Maó, el GOB lleva recogidas 1.400 firmas en un proceso que sigue abierto y que la entidad ecologista ha querido relanzar estos días ante el incremento de la preocupación ciudadana que han provocado los episodios de emisiones de humo negro en la central de Endesa en el puerto de Maó.

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En concreto los ecologistas reclaman al Govern, responsable del control de la térmica, que se instale un lector público para que cualquier ciudadano pueda controlar en tiempo real los niveles de contaminación a través de medidores independientes. En ese sentido recuerdan que, como parte de la autorización ambiental integrada de la central, las emisiones las controla quien las provoca.

Desde el GOB recuerdan que en el año 2016 se produjo un episodio prolongado de descontrol en la central del puerto de Maó. Durante siete meses los aparatos de medición estuvieron inoperativos, una irregularidad que fue denunciada por los ecologistas y por la que la compañía ya ha sido sancionada con 25.000 euros. Los ecologistas tienen la impresión de que si no lo denuncian ellos, este tipo de irregularidades se quedan sin castigo.