Las opositoras, amplia mayoría, escuchan las instrucciones antes de entrar al aula para el examen en el IES Biel Martí de Ferreries | Josep Bagur Gomila

TW
16

La enseñanza, desde los primeros años de escuela infantil hasta la Secundaria pasando por los idiomas o la FP, se imparte en femenino en las Islas. Un 71,8 por ciento de los 4.291 aspirantes a obtener una plaza fija en algún centro educativo de Balears son mujeres, 3.084 inscritas frente a 1.207 hombres. La proporción –un dato que el Govern no desglosa por islas–, es previsiblemente mayor todavía en Menorca, a juzgar por la amplia mayoría femenina entre los opositores que este sábado realizaron el primer examen en el instituto Biel Martí de Ferreries. En Menorca se ofertan 88 plazas para 294 aspirantes, eso significa que en la convocatoria hay una plaza por cada tres opositores.

En el conjunto de Balears se han inscrito 4.291 aspirantes para conseguir un total de 1.070 puestos ofertados, lo que supone una plaza por cada cuatro aspirantes. De los más de cuatro mil opositores, 3.335 se han inscrito en Mallorca, 294 en Menorca (un 8,15 por ciento del total), 575 en Eivissa y 87 en Formentera.

De todas las plazas que han salido al alcance de los opositores, 430 son de Primaria, 460 de Secundaria, doce en escuelas oficiales de idiomas y 168 en Formación Profesional, además de las diez de inspectores educativos. Con esta convocatoria incluida, desde 2017 hasta 2019 se han ofertado 2.337 plazas docentes en oposición en las Illes Balears. Una de las novedades de la convocatoria es la amplia oferta de plazas de apoyo educativo, un total de 130, en las especialidades de Pedagogía Terapéutica, Audición y Lenguaje en Primaria, y Orientación en Secundaria.

Según informó este sábado la Conselleria de Educación, un 96,43 por ciento, un total de 4.137, forman parte ya de la lista de interinos. El conseller en funciones de Educación, Martí March, declaró en la jornada de inicio de las pruebas que «nuestro objetivo también era estabilizar personas, ya que tenemos un 37 por ciento de interinos y algún centro, especialmente de Secundaria, podía superar el 50 por ciento, lo que supone para los colegios un nivel de incertidumbre pedagógica y personal importante», explicó.