Imagen de la cámara de la golondrina que acudió en auxilio de una embarcación a la deriva | Youtube: Menorca.info TV

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La golondrina «Amigos» regresaba con sus excursionistas a bordo a su base de Cala en Bosc este domingo a primera hora de la tarde. Soplaba un ligero viento del sureste, la temperatura era buena y el sol radiante.

La tripulación observa una embarcación de alquiler sin titulación embarrancada entre Binigaus y Cala Escorxada. No hay ocupantes y todo apunta a que ha sido abandonada. Más adelante, entre Trebalúger y Cala Galdana avistan dos embarcaciones del mismo tipo, de una de las cuales, ocupada por cuatro personas, habían recibido aviso previamente de Salvamento Marítimo. Pudieron ser rescatados y, puestos a buen recaudo a bordo de la golondrina.

Es el relato de una jornada que comienza a ser reincidente. En este caso, «todo quedó en un susto, pero por la situación en que se encontraban, por los pasajeros que nosotros llevábamos a bordo y por el riesgo que corríamos nosotros mismos al poner embarcación, tripulación y pasajeros a disposición de la emergencia todos corrimos peligro», explica Alan Pons, patrón y gerente de Amigo’s Boat Trips.

Los rescatados se habían quedado sin motor, la radio no funcionaba y habían perdido el gobierno de la lanchita que habían alquilado en Sant Tomàs para vivir una jornada marina. Una legislación permisiva ha disparado este tipo de alquiler sin necesidad de titulación náutica. Y ha disparado también los incidentes, que han sido numerosos en los últimos años pero que no se denuncian al ser considerados aventuras anecdóticas y, por, tanto no hay una estadística.

«Hasta que haya una desgracia», apunta Pons, quien reivindica una regulación legal más estricta o aplicar la ya existente al sector de las embarcaciones de alquiler sin titulación. Parece evidente que deben exigirse unas nociones básicas de náutica o una formación elemental por parte de la empresa que alquila.

El Decreto que autoriza este tipo de embarcaciones evoca el de los coches de alquiler, pero sin carné y con la diferencia de que «en el mar las circunstancias son muy diferentes», explica Pons. El riesgo que este tipo de embarcaciones ha añadido a la navegación, especialmente en el tramo de Son Bou a Cala en Bosc, es un secreto a voces en el sector recreativo y profesional.

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