Acto en homenaje a los fallecidos en la batería de Llucalari | Javier Coll

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El Ejército saldó este miércoles una deuda pendiente con los 23 fallecidos en la explosión de la batería de Llucalari en 1953 y les rindió honores militares en un acto celebrado en La Mola, junto al cañón Vickers, que quedará institucionalizado en el día del desgraciado accidente, el 26 de junio, para celebrarlo en años próximos, recordarlo y divulgarlo.

El comandante general de Balears, el general de división Juan Cifuentes, presidió esta ceremonia en la que el responsable del Consorcio Militar de Menorca, el coronel Javier Castro, dio lectura a los nombres de todos los fallecidos y recordó su sacrificio por España.

Tras su intervención sonaron las notas de la canción «La muerte no es el final» para homenajear a los caídos y se depositó como ofrenda una corona de laurel a los pies del cañón, con la asistencia al homenaje de algunos familiares de los fallecidos en el accidente y autoridades locales, entre ellas la presidenta en funciones del Consell, Susana Mora, los alcaldes de Maó y Alaior, Héctor Pons y José Luis Benejam respectivamente, el primer teniente de alcaldía de Sant Lluís, Joan Pons, y la directora insular de la Administración General del Estado, Isabel López Manchón. Entre las autoridades militares, además del comandante general y el presidente del Consorcio, asistieron el jefe del Estado Mayo de la Comgebal, el coronel Juan Billón, y el comandante naval de Maó, el capitán de fragata Guillermo Coll Florit.

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