Imagen del interior de la central de Maó, en la que se ultiman las obras que permitirán reducir la emisión de óxidos de nitrógeno. | Gemma Andreu

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Endesa considera que son necesarias medidas de carácter extraordinario para garantizar el suministro y hacer frente a la situación de «vulnerabilidad» en la que se encuentra la Isla por la ausencia del enlace con Mallorca, inoperativo desde octubre de 2017. La compañía propone la creación de un grupo de coordinación con Red Eléctrica supervisado por el Govern, así como dotar de un mayor margen de reserva al sistema eléctrico e instalar un gran generador o varios generadores en la subestación de Ciutadella hasta que vuelva la conexión submarina, prevista para el año que viene.

Durante una visita institucional a las obras que se están llevando a cabo en la central para reducir emisiones y cumplir con la directiva europea, el director general de Endesa en Balears, Martí Ribas, detalló ayer algunas de esas propuestas como la de aumentar la potencia de la llamada reserva rodante, para lo que necesita autorización –ya la ha pedido– del Miniterio y de Red Eléctrica, operador del sistema.

El objetivo es, explicado llanamente, que la central tenga más grupos preparados para aportar a la generación en el caso de una caída imprevista de las turbinas en funcionamiento. El tiempo que pasa hasta que los grupos de reserva se activan es el que provoca los recurrentes microcortes y fenómenos como el ocurrido el 4 de junio, cuando 22.000 usuarios se quedaron 28 minutos sin luz. La medida daría más garantías de calidad del suministro en un sistema aislado como el menorquín.

Por otra parte, la eléctrica se suma a la demanda de generadores de emergencia, rechazada hasta el momento por el Ministerio para la Transición Ecológica y desaconsejada por Red Eléctrica, y pone sobre la mesa la necesidad de instalar un gran grupo electrógeno o varios de ellos en la subestación de Ciutadella, con una potencia estimada pendiente de estudio de 30 megavatios (30 MW) «para garantizar un N-2», esto es, para que el suministro no se vea tan afectado en el caso en que caigan dos líneas de transporte, como ocurrió tras el paso del cap de fibló del pasado 28 de octubre.

Plan de contingencia
Hasta ahí las medidas adicionales que propone Endesa, que ayer, dos años después del fin de la operativa del cable submarino, hizo público algunos puntos del plan de contingencia que ha activado para hacer frente a la situación de aislamiento eléctrico. Dentro de la central de Maó se ha intensificado el programa habitual de mantenimiento e implementado programa adicional de revisiones de los motores diesel, así como ajustado la respuesta de las turbinas de gas a las condiciones de aislamiento. En la red de distribución se han revisado los planes de reposición, avanzado el plan de inversiones y traído a Menorca 25 pequeños generadores, cuatro veces más de lo normal, para abastecer puntos esenciales de la red de distribución.

Por otra parte, según explicaron ayer desde la compañía, se está revisando el plan automático de deslastres (la desconexión estandarizada de los clientes para evitar un desequilibrio de la oferta y la demanda) ante episodios sobrevenidos con el objetivo de que si vuelven a ocurrir, la necesaria medida afecte al menor número de usuarios posible.