Una mujer pasa junto al punto de rescate cardiaco situado en la planta de facturación | Gemma Andreu

TW
5

Un pasajero que el lunes sufrió un ataque al corazón en la zona de embarque del Aeropuerto de Menorca salvó la vida gracias a que había disponible un desfibrilador y a la rápida intervención de profesionales sanitarios que se encontraban en la sala, que le atendieron y reanimaron mientras aguardaban la llegada del 061. El hombre, de 62 años de edad, se recupera ahora en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Mateu Orfila y los médicos que le atendieron a su llegada a Urgencias señalaron este martes que el uso del desfibrilador «fue vital» ya que entró en parada cardiorrespiratoria y el aparato, junto con el manejo de la situación de quienes le socorrieron, le salvó la vida.

Eran alrededor de las cinco de la tarde cuando, según testimonios recogidos por este diario, el viajero, natural de Eivissa y que volaba a Palma donde tenía que hacer escala, se sintió indispuesto y cayó desplomado al suelo. El hombre se hallaba en la zona de espera para el embarque acompañado de su mujer, su hijo, su nuera y el hijo de la joven pareja.

Por fortuna para él, en las instalaciones también se encontraban estos profesionales sanitarios y a unos 10 metros, uno de los puntos de rescate cardiaco de que disponen las instalaciones del aeropuerto insular. Cuando durante los primeros auxilios comprobaron que no tenía pulso, le aplicaron las descargas con el desfibrilador y lograron reanimarle.

De inmediato se personaron en el recinto los sanitarios del servicio de urgencias 061, que le atendieron y estabilizaron en la misma sala de embarque, para después colocarle en una camilla y efectuar el traslado a la ambulancia que aguardaba para evacuar rápidamente al paciente al hospital.

Un percance serio de salud que tuvo un final feliz gracias a la rápida intervención de otros viajeras y a que Aena cuenta, desde 2011, con este desfibrilador en la zona de embarque. Anteriormente existía un dispositivo en el botiquín de asistencia sanitaria de la zona de llegadas, pero ese año se instalaron dos desfibriladores más, en lugares visibles de la zona de embarque norte y la terminal de facturación. Los desfibriladores externos automáticos están dotados de tecnología avanzada y son de fácil manejo, aunque más de una quincena de trabajadores de Aena, de distintos departamentos, recibieron formación para su correcta aplicación. El dispositivo ha demostrado ser trascendental para garantizar una asistencia rápida. La historia tuvo final feliz e Iberia ha renovado gratuitamente los billetes a los familiares para su regreso a Evissa.