Los cambios pretenden mejorar la seguridad y la flexibilidad. | Gemma Andreu

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El Subcomité de Evaluación Ambiental de la Comisión Balear de Medio Ambiente considera que el proyecto de rediseño de las maniobras de salida y llegada en el Aeropuerto de Menorca, que pretende AENA, «puede causar impactos ambientales significativos» por lo que, pese a no ser preceptivo su dictamen favorable, le insta a elaborar un estudio de impacto ambiental que contemple varias cuestiones.

El rediseño de las maniobras persigue, según el proyecto, mejorar la seguridad operacional, organizar un uso más eficiente con trayectorias más flexibles y precisas, con un único espacio aéreo «continuo, integrado, armonizado e interfuncional», aunque se apunta además que en años venideros se prevé un incremento del tráfico.

Ante esto, el Subcomité advierte de los posibles efectos sobre las aves de algunos espacios y sobre la población por el ruido nocturno, derivados del aumento del tráfico por zonas en las que antes no había y por los cambios en los niveles de vuelos. La resolución de este organismo avisa de la necesidad de disponer de mayor información de los niveles de vuelo en las nuevas maniobras de salida y llegada que se quieren establecer, ante la posibilidad de que si algunas especies se ven alteradas se deban modificar las rutas o establecer restricciones en la frecuencia. En concreto, apunta el Subcomité la necesidad de analizar las afecciones de una salida adicional por la pista 1 en la ZEPA Capell de Ferro y sus efectos acústicos en puntos de Ferreries, Es Mercadal, Sa Roca y Es Migjorn Gran.

La resolución propone además que se analice por parte del gestor de los aeropuertos españoles las consecuencias que puede suponer este cambio sobre los recursos de que dispone en estos momentos la Isla si supone más pasajeros. Desde un punto de vista más general, recomienda no propiciar un mayor número de vuelos ante «la situación de emergencia climática global». El pleno de la Comisión debatirá este informe el próximo jueves.